Hohenzollern, otro maravilloso castillo alemán

Hohenzollern, otro maravilloso castillo alemán

Escrito por: Xavi    31 agosto 2017     2 minutos

Alemania es un país de castillos, y algunos de ellos son muy famosos, como por ejemplo el de Neuschwanstein, en el que Walt Disney se inspiró para crear el castillo de la Bella Durmiente. Hoy vamos a conocer otro de los castillos más bonitos, espectaculares y turísicos de este país, el de Hohenzollern.

Para empezar, vamos a ubicarnos. Nos encontramos en un punto de la sierra del Jura del Suabia, a unos 70 kilómetros al sur de Stuttgart y cerca de una localidad llamada Hechingen. Esta ciudad es la cuna de la Dinastía Hohenzollern, una importante familia alemana que gobernó las regiones de Prusia y Brandenburgo y cuyo nombre deriva de la palabra Zollerberg, la «montaña» de Zoller, que es el lugar exacto donde se ubica este castillo.

Las primeras menciones históricas a este castillo datan del siglo XIII, aunque se cree que puede ser más antiguo, porque el origen de la dinastía se data en el siglo XI. Tras un asedio en el siglo XV, el castillo se volvió a construir, pero a finales del XVIII cayó en desuso y fue abandonado. Así, el castillo actual data del siglo XIX, promovida su reconstrucción completa por Federico Guillermo IV, rey por entonces de Prusia, como una especie de homenaje al origen de su familia, pues realmente nunca se ocupó ni se utilizó como residencia.

Patio del castillo de Hohenzollern

El diseño del nuevo castillo lo hizo el arquitecto real, Federico Augusto Stuler, famoso por crear el Nuevo Museo de la Isla de los Museos de Berlín. Stuler creó un castillo de estilo romántico y cuenta con impresionantes estancias, siendo la principal el Salón de los Condes. La parte exterior es también de admirar, y dada su situación, en una colina solitaria a casi 900 metros de altura, cuenta con zonas que son fantásticos miradores.

La Cámara del Tesoro es otro de los lugares más interesantes de este Castillo de Hohenzollern. Las salas que primeramente ocuparon unas cocinas hoy se han convertido en una especie de museo que alberga los bienes que aún son propiedad de la familia Hohennzollern, principalmente las joyas de la Corona de Prusia, es decir, las coronas (para él y ella), el orbe y el cetro que se entregaban a los diferentes reyes de Prusia, a lo largo de la historia.

Aunque el Castillo de Hohenzollern sigue siendo una propiedad privada, desde los años cincuenta se explota como destino turístico y ha conseguido ser uno de los castillos más visitados de Alemania. Las entradas para la visita tienen un coste de 7 euros, sin visita al interior, y de 12 euros para la visita completa. Hay un autobús que lleva al pie del castillo desde Hechingen.

Foto 1 | Flickr – Justin LaBerge
Foto 2 | Wikimedia Commons – Lugaresdelibro


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