Mad Max, unas películas muy muy australianas

Mad Max, unas películas muy muy australianas

Escrito por: Xavi    3 julio 2015     2 minutos

La saga de películas de Mad Max vuelven a estar de moda después de la última entrega que se ha estrenado en el año 2015. Para aquellos que no lo sepan, la saga de Mad Max no puede ser más australiana de lo que es, por varios motivos.

Para empezar, porque George Miller, el ideólogo de todo, director y guionista de estas películas, es australiano, concretamente de Brisbane. El protagonista, el Max de las tres primeras películas, es Mel Gibson, un actor y director nacido en Estados Unidos aunque con familiares australianos y vivió durante mucho tiempo en este país.

El eje sobre el que gira la película, la falta de gasolina y el valor que tiene lo poco que queda, deriva de los sucesos que se dieron en Australia a mediados de los setenta, durante la llamada Crisis del Petróleo de 1973, que afectó a nivel mundial. Aquellas circunstancias hacían que la gasolina se racionase y que no fueran pocos los conflictos violentos que surgían cuando alguien intentaba saltarse las normas y conseguir más gasolina de la que le tocaba.

El paisaje de las películas nos evoca mucho al interior de Australia: infinitos desiertos. La más reciente película no se rodó en Australia, sino en el país africano de Namibia, pero las tres primeras prácticamente están rodadas en el país oceánico, en lugares como los alrededores de Melbourne o Broken Hill y Silverton, estos ambos dentro de Nueva Gales del Sur.

De hecho, a las afueras de Silverton existe un museo dedicado a Mad Max, concretamente a la segunda película porque fue la que se rodó justo en en esa zona. Una auténtica rareza creada por una fanático absoluto de las películas de esta franquicia, y al que le vendrá muy bien que se vuelvan a poner de moda.

Más información | Silverton Mad Max Museum
Foto | Facebook – Mad Max Museum


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