Quito, el relicario de América

Quito, el relicario de América

Escrito por: bgarcia    28 julio 2013     2 minutos

Quito, la capital de Ecuador, se sitúa en las faldas del volcán Pichincha, a 2.800 metros sobre el nivel del mar, en la parte occidental de los Andes. Aunque la fecha oficial de su fundación es la de la conquista española, el 6 de diciembre de 1534, hay restos arqueológicos que sitúan, en este mismo lugar, a tribus nómadas en el 10.300 antes de Cristo. Cuando llegaron los españoles, atraídos por el tesoro de Atahualpa, se encontraron una ciudad reducida a cenizas. Había sido incendiada por orden del general inca Rumiñahui, precisamente para que las tropas de Sebastián de Benalcázar no encontraran nada. Ocho meses después 200 personas habitaban la nueva San Francisco de Quito.

Hoy día Quito es una ciudad que mezcla modernidad y tradición, estilo colonial y arquitectura contemporánea. Su situación, entre los volcanes Pichincha, Antisana, Cotopaxi, y Cayambe, la dotan de un paisaje mágico y evocador. El centro histórico es el mayor, menos alterado y mejor preservado del continente, lo que le ha valido el título de «relicario de América». Fue, junto a Cracovia, la primera ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.

Es mucho lo que hay que ver en Quito. Empezando por su casco histórico sede de las principales instituciones gubernamentales y en el que hay 130 edificios monumentales. La Catedral, la Basílica del Voto Nacional, el Convento de San Francisco o el Palacio de Carondelet además de numerosos museos y plazas son solo algunos ejemplos. Es recomendable visitarlo también de noche, cuando se iluminan los edificios. En la calle La Ronda puedes disfrutar de los talleres de artesanía, tiendas, galerías de arte y restaurantes de gastonomía tradicional.

Pero como decía en Quito hay mucho más que iremos viendo en el futuro. Puedes tomar el teleférico a la Cruz de la Loma en el Pichincha, una vez estés aclimatado a la altura; subir al Panecillo y asombrarte con la enorme imagen de la Virgen; admirar la extraordinaria riqueza natural de la zona en el Jardín Botánico o situarte en la Mitad del Mundo, el monumento que se halla sobre la línea ecuatorial. Recorrer sus calles y sus famosas plazas y, convivir con los quiteños hacen de este un viaje inigualable.

Foto | Flickr-David Hamill
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