El morteruelo de Cuenca, un plato típico que ha pasado de la sierra a los restaurantes

El morteruelo de Cuenca, un plato típico que ha pasado de la sierra a los restaurantes

Escrito por: Victor Alós    5 abril 2016     2 minutos

Cuando se visita una ciudad o una región, no solo se ha de disfrutar del paisaje, los edificios singulares y los monumentos que marcan la historia del lugar. Los restaurantes esconden grandes tradiciones gastronómicas que nos ayudan a conocer mejor y valorar de forma adecuada ese lugar. Disfrutar de la gastronomía es parte del viaje y si se visita Cuenca no hay que dejar de probar el morteruelo, un plato típico que ha bajado de la sierra hasta las mesas de bares y restaurantes.

Este plato lo cocinaban los pastores que tenían que vivir en la sierra durante periodos largos de tiempo en pleno invierno. La composición de esta receta cuenta con una buena cantidad de carne de corral y de caza, abundante en la sierra y que los pastores utilizaban para alimentarse. Gallina, conejo, hígado de cerdo y otras, convenientemente machadas en un mortero después de su cocción.

Antes de pasarlas por él, las carnes han de separarse de los huesos, por lo que han de someterse en una buena cocción. En una cazuela, preferiblemente de barro, se ha sofreír el ajo junto con el pimentón. Después se añade el pan rallado, jamón, el hígado de cerdo y el resto de carnes junto las especias.

Se remueve durante una media hora para que se forme una pasta, muy similar al paté, pero con más consistencia. Se sirve en una cazuelita de barro y se disfruta caliente. Los pastores conservaban este plato cubriéndo la olla con nieve, por lo que tenían comida para varios días.

Hoy, raro es el bar o restaurante de Cuenca que no cuenta con este tradicional plato en su menú, junto con otras delicias de la cocina manchega como los zarajos, otra tradicional receta que no se puede dejar de probar en la visita a la ciudad de las Casas Colgadas.

Foto | Jesús Cerezo – Flickr
Vía | Wikipedia


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