El Museo de la Tortura de Santillana del Mar, un regreso a la época más oscura

El Museo de la Tortura de Santillana del Mar, un regreso a la época más oscura

Escrito por: Victor Alós    20 agosto 2014     2 minutos

La historia de España tiene muchos momentos brillantes recogidos en colecciones expuestas en muchos museos. Pero también tiene una parte oscura y tenebrosa que nos provoca no pocos escalofríos. Entre los museos que se pueden visitar en Cantabria, nos encontramos con el Museo de la Tortura, una colección privada de alguno de los instrumentos utilizados por la Inquisición Española.

Esta exposición está ubicada en Santillana del Mar, una de las localidades con más alicientes para visitar que podemos encontrar en Cantabria. El Museo El Solar, donde se encuentra esta exposición permanente, se encuentra a medio camino entre la Colegiata y el Ayuntamiento, en la calle Jesús Otero.

En la entrada del Museo nos da la bienvenida una inquietante armadura medieval, que ya nos da una pista acerca de lo que vamos a encontrar en el interior. Pero no se trata de una simple colección de réplicas de artefactos de tortura, ya que muchas de las piezas que se puede ver en la colección son auténticas.

Sabiendo que muchas personas han pasado por esas herramientas de dolor, la visita se convierte en algo mucho más intenso. La visita comienza en el patio exterior, donde hay varios instrumentos de tortura, decorados con esqueletos simulados para ir poniendo al visitante en situación.

Dentro se pueden ver piezas destinadas a la burla y el escarnio público, herramientas para causar daños al reo sin matarlo y finalmente, otras pensadas para la tortura más extrema, incluyendo algunas cosas que estaban destinadas solo a mujeres y que hace que se pongan los pelos de punta.

Otras piezas son reproducciones de utensilios que se utilizaron en otros países, como la Dama de Hierro alemana o cinturones de castidad venecianos. Es un recorrido por la historia más oscura de España, pero que resulta ser una visita entretenida y que sí, también tiene su puntito morboso.

Vía | Santillana del Mar Turismo


Comentarios cerrados