El Real Monasterio de Santa Clara

El Real Monasterio de Santa Clara

Escrito por: bgarcia    15 junio 2013     2 minutos

Tordesillas es una preciosa ciudad a 28 kilómetros de Valladolid, conocida entre otras cosas por ser el lugar de reclusión de la reina Juana I de Castilla, Juana la loca. En este municipio hay una obra que pertenece al Patrimonio Nacional y que cumple ahora 650 años, el Real Monasterio de Santa Clara.

En 1340 Alfonso XI mandó construir un palacio mudéjar en esta localidad, en el lugar en que había un palacio anterior a Alfonso VIII, como recuerdo de la victoria en la Batalla del Salado. El llamado «Pelea de Benimerín» se levantó gracias al botín en ella obtenido. El palacio es terminado por su hijo, Pedro I, quien aloja en él a su favorita María de Padilla. En el testamento Pedro I le otorga el sitio a su hija, la Infanta doña Beatriz con la orden de que lo convierta en un convento, que fue fundado en 1363 por ella y su hermana doña Isabel.

El edificio que encontramos hoy día tiene estilos arquitectónicos de los siglos XII y XIII, de aquel primer palacio, y del XIV al XVIII. De la construcción original se conserva la Capilla Dorada, de origen taifa con arcos apuntados lobulados y de herradura. En su interior quedan restos de pintura gótica y un Calvario del siglo XVI. La azulejería que cubría los muros y le dio nombre está desaparecida.

Del palacio mudéjar de Alfonso XI se conserva la portada principal realizada en almohadillado de piedra y decorada al estilo almohade. Tiene incrustadas las llaves del Paraíso en cerámica verde y dos lápidas en memoria de la batalla del Salado. Del gran patio central «El Vergel» apenas quedan huellas ya que el arquitecto Francisco de Praves levantó un claustro clasicista en el siglo XVII.

El vestíbulo del palacio fue transformado en capilla y en el descubrimos una bóveda de crucería que apoya sobre ménsulas. Sus muros tienen tanto fajas de yeserías policromadas mudéjares como pinturas góticas religiosas. De estilo gótico es la iglesia terminada a comienzos del siglo XVI. Es de una sola nave dividida en cuatro tramos y en la que destaca el presbiterio y la capilla de los Saldaña, uno de los mejores ejemplos del gótico vallisoletano. Tras la iglesia encontramos los baños árabes, unos de los mejor conservados de su tipo.

Seis siglos después de su fundación el Convento sigue siéndolo y en el habitan 10 religiosas clarisas que viven su vida en el silencio, la oración, el trabajo y la vida en fraternidad. No puedes pasar por allí y no comprar sus famosísimas pastas.

Vía | Tordesillas.net
Foto | Flickr-José Luis Cernadas


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