La fachada más estrecha de Europa está en Valencia

La fachada más estrecha de Europa está en Valencia

Escrito por: Victor Alós    18 agosto 2016     2 minutos

Cuando buscamos un hogar, queremos que sea, al menos, lo suficiente grande como para que estemos cómodos en él. Superficie, condiciones de salubridad y anchura son fundamentales. Y si hablamos de anchura, sabemos que hay algunas fachadas a lo largo y ancho del mundo que tienen una característica fundamental: son extremadamente estrechas y parece que sea imposible que alguien pueda vivir ahí. Hay fachadas estrechas que en la parte interior permiten que las viviendas se ensanchen, pero en el caso del número 6 de la Plaza Lope de Vega de Valencia, esto no es así.

Este edificio tiene una anchura de solo 107 centímetros, así que ocupa un poco más de lo que abarca la puerta. Una fachada que tiene su origen en el precio que tenían antiguamente las viviendas, ya que se pagaban más o menos impuestos debido a los metros que ocupara la fachada. Por eso, al construir este edificio, se pensó en reducir considerablemente el espacio a ocupar.

Fachada-estrecha-de-europa-valenciaSe trata de la fachada más estrecha de Europa y la segunda del mundo, ya que hay otra en Brasil que ocupa solo 100 centímetros, así que el título está marcado por muy pocos centímetros. Este edificio ha albergado, pese a su tamaño, varios negocios. El primero de ellos fue la joyería del propietario del edificio, que vivía en los pisos superiores. Después pasó a ser un quiosco e incluso se utilizó para colocar una maquina expendedora automática.

Hoy es parte del bar que se encuentra en el edificio vecino. El propietario ha eliminado la pared que separaba ambos edificios en la parte inferior, dejando el suelo original, para que los visitantes puedan ver cómo era la casa. Su idea es montar un pequeño museo con imágenes históricas de la fachada, e incluso cuenta alguna anécdota de los antiguos inquilinos.

Al parecer, la hija de la familia tuvo que vestirse en la calle el día de su primera comunión, ya que no cabía en la habitación con él puesto. Esto se repitió cuando fue fallera, un momento en el que tuvo que vestirse también en la calle por el mismo motivo. Hoy, este edificio es muy conocido por los visitantes que llegan a Valencia, aunque los vecinos de la ciudad se han acostumbrado a verla y no le prestan excesiva atención.

Fotos | Susa Montesinos


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