La Ratafía, el licor tradicional catalán

La Ratafía, el licor tradicional catalán

Escrito por: Victor Alós    18 octubre 2016     3 minutos

Cada región de España, e incluso del mundo, tiene un licor tradicional que sirve para acompañar los postres y que se utiliza como una manera de socializar después de las comidas y cenas. En Cataluña se suele tomar un vasito de ratafía, un licor que acompaña las sobremesas y que ha llegado desde una receta que se conoce desde hace siglos. Un licor de alta gradación, con el que hay que tener cuidado y que ayuda, dicen, a asentar la comida y elevar los ánimos.

Aunque se trata de una bebida espirituosa que se extiende por varios países mediterráneos, la ratafía catalana es una de las más conocidas y aunque el paso del tiempo ha traído varios tipos de licores nuevos, sigue siendo uno de los más consumidos en la zona. Esta fabricada gracias a la maceración de una mezcla de diversas hierbas aromáticas y nueces verdes, que junto al aguardiente que sirve de base, se mantiene un mínimo de dos meses para coja todo el sabor y la consistencia que la hace popular.

Pero ¿cuáles son esas hierbas aromáticas que forman parte de la receta de la ratafía catalana? Misterio. Si bien hay una serie de recetas que se comercializan de manera más común, hay muchos pequeños elaboradores que siguen una receta que pasa de generación en generación y que se mantiene en secreto. Cada familia guarda como un tesoro la composición de su fórmula.

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Aunque toda la ratafía tiene un punto en común, hay varios tipos diferentes que varían en sabor y textura, ofreciendo una variedad bastante interesante. Incluso los productores de una misma zona difieren en la manera de prepararla, aunque tienen a su disposición los mismos ingredientes y una base similar.

La ratafía se elabora según unas recetas tradiconales que se transmiten de generación en generaciónEl aguardiente base debe tener entre 40-50º, y en su elaboración, además de las nueces verdes, se incluyen las hierbas aromáticas, frutas y especias propias de la región: marialuisa, hierbabuena, tomillo, clavo, corteza de limón, salvia, albahaca, anís estrellado y romero. El truco de cada elaborador está en la composición y las medidas de cada una de ellas, así que es fácil que se encuentren diversos sabores incluso si se trata del mismo elaborador, ya que puede variar la composición de la fórmula.

Una de las ferias más importantes para degustar la ratafía se realiza en la población medieval de Besalú, un evento que tiene lugar durante el puente de diciembre. También se puede disfrutar de la Feria de la Ratafía que se celebra en Santa Coloma de Farnés en el mes de octubre o la Fiesta de la Ratafia de Centellas, que llega durante el mes de junio.

Sea una ratafía artesana o una comercial, hay que disfrutarla siempre en la buena compañía de los amigos y siempre en vasos pequeños, para disfrutarla y que su consumo no se convierta en un problema. Además, se puede utilizar para elaborar postres y dulces, por lo que su versatilidad en la cocina está garantizada y hay una gran variedad de formas de utilizarla.

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Foto 2 | Anna Fuster – Flickr


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