Cinco platos de la cocina de Bretaña que hay probar cuando visites Francia

Cinco platos de la cocina de Bretaña que hay probar cuando visites Francia

Escrito por: Victor Alós    10 noviembre 2017     3 minutos

La gastronomía de la Bretaña francesa tiene muchos alicientes para convertirse en una excusa más para visitar esta bonita región del país vecino

Si hablamos de Francia, se piensa enseguida de una cocina elaborada y «de autor«, algo que ahora también se puede aplicar a la española. Pero como todo país, tiene una serie de platos tipicos, elaborados con productos de la región, que convierten en placer para el paladar el disfrute de la visita. En Bretaña nos encontramos con unos platos tradicionales que marcan el estilo de Bretaña. Vamos a conocer alguno de esos manjares que no deben faltar en la visita a esta región francesa, para poder conocer perfectamente esta zona tan atractiva para el turismo.

Mariscos y pescados.

Bretaña está muy unida al océano Atlántico y la pesca es parte fundamental de su gastronomía. Los restaurantes de Bretaña mantienen en sus cartas muchos productos que surgen del mar y que se cocinan de maneras muy diversas. Por ejemplo, son muy populares los langostinos y bogavantes del Finistère; sepia y vierias de Sant Maló; bueyes de mar de Morlaix; centollas de Paimpol y una gran variedad de otros productos del mar que pueden hacer de la comida en Bretaña una experiencia muy agradable para el visitante. Con estos productos, los cocineros de los restaurantes bretones ofrecen delicias como tortilla de mariscos, bogavante a la aromonicana y otras delicias. En cuanto a los pescados, son la base para ricas sopas marineras, como la muy conocida cotriade, un plato que hacían los pescadores con lo que sobraba del jornal diario. Hoy, es un plato muy cotizado que se cocina con el pescado que hay el mercado cada día.

Crêpes dulces.

Es uno de los platos más conocidos de la cocina bretona y con la que se identifica a la región. Los crêpes están hechos con una masa fina confeccionada con harina blanca, leche y huevos. Son dulces y son muy típicos como postres y desayuno. Se rellenan de cualquier cosa que se pueda imaginar y se disfrutar de manera muy habitual tanto en los hogares como los restaurantes de Bretaña.

Galettes saladas

Las galettes son similares a los crêpes, pero su composición es diferente. Utilizan harina de trigo negro o sarraceno, llamada aquí ble noir. Es algo más esponjosa y tiene un sabor más intenso. Por ello, se suele rellenar con cualquier ingrediente salado. Se pueden rellenar con patatas asadas cortadas muy finas, quesos, huevo, jamón, embutidos… Todo cabe en el interior de las galettes, que son uno de los grandes manjares de la Bretaña francesa.

Mantequilla salada

Vale, no es un plato propiamente dicho, pero es importante para la cocina bretona. Su uso está muy extendido, para freir, para rellenar galettes y para otros muchos usos. Y curiosamente, toda la mantequilla bretona es salada. Esto tiene su origen en un impuesto que se aplicaba a la sal en Francia. En todo el país se comenzó a prescindir de esta por su elevado coste, pero en Bretaña no se aplicó, por lo que mientras en el resto del país la mantequilla prescindió de la sal, en Bretaña se siguió haciendo de esta manera. Cualquier plato que tenga esta mantequilla salada representa una sorpresa para el paladar y hay que disfrutarla.

Sidra

No solo en Asturias se consume buena sidra. La Bretaña tiene una gran tradición de esta bebida, que suele servirse en los menús junto a las galettes. Se sirve en una taza, por eso se suele ver reflejada en los menús como bolée de cidre. Hay unas 200 variedades de manzanas, así que hay una especial afición a esta bebida, que es fundamental para entender la gastronomía de la región.

Hay mucho más para disfrutar en Bretaña, pero esto es una pequeña muestra de lo que podemos disfrutar en la visita a esta región francesa.