El Palacio de la Paz, en La Haya

Escrito por: Xavi    11 marzo 2014     2 minutos

La idea de conseguir la paz mundial es una utopía. Lo es hoy y lo era a principios del siglo XX, aunque entonces había gente que creía que era un sueño alcanzable. Por eso se creó a finales del siglo XIX el Tribunal de Arbitraje Permanente y por eso se le buscó un lugar adecuado para albergar una institución así.

Así es como nació la idea de construir el Palacio de la Paz, uno de los lugares más populares de La Haya. Para levantarlo, hubo que recurrir a la aportación de Andrew Carnegige, un empresario de origen de escocés y que aportó una importante cantidad, más de 1 millón de dólares de la época para que sufragar la construcción del edificio.

Los arquitectos Condonnier y Van der Steur fueron los encargados de diseñar este precioso palacete, cuya primera piedra se puso en el año 1903. La construcción terminó en el año 1913, en el mes de agosto, irónicamente ni siquiera un año antes de que la Primera Guerra Mundial estallase, allá por abril de 1914.

Para conocer Het Vredespaleis, su nombre en neerlandés, hay que reservar una visita guiada para grupos o bien engancharse a alguna que tenga plazas y esté abierta, aunque en ese caso no se podrá elegir el idioma. A través de esta visita se conocerá la historia, las distintas dependencias del palacio y las instituciones que la ocupan, además de los exteriores, en los que hay unos bonitos jardines. El Museo de la Paz se incluye en la visita según el turno.

Todos los días, menos los lunes, se puede visitar este edificio, y el horario varía en función del turno de visitas. El precio es bastante económico, sobre unos 5 euros para los adultos.

Web oficial | Vredespaleis
Foto | Wikimedia Commons – Lybil


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