Azemmour, la ciudad olvidada

Azemmour, la ciudad olvidada

Escrito por: slledo    20 enero 2013     2 minutos

Hay lugares que quedan aletargados, inmunes al paso del tiempo, como sumidos en un sueño del que no se puede despertar propiciando su olvido, lejanos a la actualidad, a los avances, a los nuevos visitantes. Este es el caso de la ciudad de Azemmour que debido a la cercanía con la más conocida El Jadida, pasa inadvertida para los turistas y también en ocasiones para la financiación que ayudaría a la mejoría y el avance de la ciudad y sus habitantes.

Azemmour, antiguamente llamada Azama fue un importante puerto fenicio y más tarde romano, un punto estratégico para el comercio antiguo. La ciudad está junto al río Oum er-Rebia donde hace años los peces abundaban en sus aguas. Así pues, los ciudadanos vieron su oportunidad para la subsistencia y el progreso en la pesca, especialmente gracias a un pez similar a los salmones llamado sábalo.

Su progreso gracias a la pesca acabó captando el interés de los portugueses quienes acabaron atacando la ciudad para hacerse con tal valioso sector. De este periodo siglo XV son sus murallas portuguesas que todavía siguen en pie. Sin embargo, el bajo caudal que actualmente tiene el rio hizo que la pesca escasease perdiendo su principal medio de ingresos. Poco queda de la soberbia Azemmour, actualmente olvidada aunque con esperanzas de progresar y poder rehabilitar su casco más antiguo.

Aún hoy es posible vislumbrar pequeños restos del antiguo esplendor de sus habitantes si contemplamos algunas casas con sus adornadas puertas de entrada. Las paredes blancas conviven con otras llenas de color gracias a grafitis que intentan darle un toque moderno o extravagante a la ciudad y que contrastan con el pasado que emana de sus muros.

Pocos lugares concretos de interés podemos encontrar más que la fuente del siglo XI que se conserva en el patio de la Mezquita o dos santuarios muy visitados por los fieles. Uno el de Moulay Bouchaïb, un santo llegado a la ciudad para restablecer la ortodoxia. Los fieles acuden a él para pedir tener hijos varones o para solucionar temas relacionados con posesiones demoníacas. En el mes de julio hay un Moussem en su honor que consigue congregar a mucha gente venida de otras poblaciones.

El segundo santuario es el dedicado a Lalla Aïcha, una mujer que según cuenta la leyenda era el amor de Moulay y que antes de llegar a reencontrarse con él murió en el viaje. Las mujeres son las que acuden a venerarla con la intención de pedirle conseguir el embarazo o que les ayude a resolver problemas conyugales.

Vía | Viajeros
Foto | Flickr-Dimworld


Comentarios cerrados