La cultura del té verde en Marruecos

Escrito por: jalbarran    26 mayo 2013     2 minutos

El es un elemento destacado dentro de la gastronomía, cultura y tradiciones de Marruecos. Los ingleses tienen buena culpa de ello, pues en el siglo XVIII fueron los encargados de introducir, en el país alauí, los recipientes y esta costumbre tan británica. El té verde es la bebida marroquí por excelencia, suele acompañarse con menta y dulces típicos.

El té verde es más económico y el idóneo para combatir el calor y las altas temperaturas del norte de África. La menta que lo acompaña potencia su sabor refrescante. Se bebe en recipientes con diseños peculiares y mucho colorido. Es usual complementarlo con pasteles tradicionales y endulzarlo con azúcar moreno.

Para preparar el té verde es preciso colocar en una tetera una cucharada de té por persona, además de agua hirviendo. Tras agitar varias veces, se prescinde del agua y se conserva el té. Luego, se agrega la menta, se llena nuevamente el recipiente con agua caliente, se añade el azúcar y se pone a hervir. La forma correcta de servirlo es desde lo alto, para que pueda airearse, reducirse la acidez y formarse la espuma.

En el siglo XVIII, la reina británica Isabel I se propuso abrir mercado en Marruecos, para favorecer a los vendedores y artesanos de vajilla ingleses. El objetivo se hizo realidad y, en poco tiempo, las clases altas marroquíes empezaron a disfrutar de la infusión y de tazas y teteras importadas del Reino Unido. Había nacido la cultura alauita del té verde.

Hoy día, el té es una bebida de cortesía y hospitalidad y es consumido por todos los sectores sociales. Sirve para agasajar a invitados y huéspedes y se considera gesto de mala educación rechazar una invitación para tomarlo. Se ha convertido en una bandera del país y en una de las citas imprescindibles en cualquier visita al maravilloso Marruecos.

Vía | Innatia
Foto | Wikimedia Commons-Pedro Serafín


Comentarios cerrados