Últimamente se pueden leer en internet noticias de varios turistas que han sufrido, en su viaje por Italia, los abusos en los precios, principalmente en lugares relacionados con la hostelería. Desgraciadamente, esto no es un fenómeno puntual de ahora, sino que da bastante en un país como éste, donde los pícaros no escasean.
El escritor italiano Federico Moccia se ha vuelto muy popular, con obras como "Tres metros sobre el cielo", "Perdona si te llamo amor" o "Tengo ganas de ti". Precisamente, un pasaje de esta última novela, unido a la creciente popularidad del autor, se ha convertido en una costumbre en aquellas ciudades que se tildan de románticas.
Cuando uno viaja al extranjero, especialmente a un país exótico, tiene que buscar información sobre qué vacunas tiene que ponerse para evitar contraer una enfermedad y así amargarse las vacaciones. Pero hay una enfermedad, que se puede dar entre turistas, y para la que no hay protección ninguna: el síndrome de Stendhal.
Están ricos y son saludables todo el año, pero nada como el verano para disfrutar de los helados. Y teniendo en cuenta que en Roma la temperatura es alta que los helados son cosa nostra, que dirían en Italia, hay que pasar forzosamente por una gelateria para disfrutar de los tradicionales helados italianos.
Venecia no sólo es canales, puentes y plazas. Venecia no son sólo palacios y edificios emblemáticos, carnaval y romanticismo. Venecia también es cultura, Venecia es arte.
Entre la isla de Sicilia y la costa de África, apenas a 100 kilómetros de Túnez, hay unos pequeños archipiélagos de origen volcánico que forman un conjunto conocido como las Islas Pelagias. De ese grupo de islas, la más grande es la de Lampedusa, un rincón poco conocido pero que cada vez está tomando mayor trascendencia en lo que al turismo se refiere.
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