La Montaña de Siete Colores, una maravilla natural en Perú

La Montaña de Siete Colores, una maravilla natural en Perú

Escrito por: Xavi    16 marzo 2018     2 minutos

Conoce la Montaña de Siete Colores, una maravilla natural que hay en Perú y que es ya hoy día otro de los grandes atractivos turísticos del país andino.

La ciudad de Cuzco es conocida principalmente por ser la puerta de entrada a Machu Picchu y a la antigua cultura inca. Pero desde esta población del Perú se pueden hacer otras excursiones la mar de interesantes, como por ejemplo la que lleva a conocer un lugar llamado Vinicunca, más conocido hoy día como la Montaña de los Siete Colores o la Montaña Arcoiris.

La Montaña de los Siete Colores es una de esas maravillas naturales que nos regala la madre tierra, un cerro de montaña en el que se intercalan los colores del arcoiris y que, sin duda, regalan una estampa preciosa, lo que la ha convertido en un reclamo turístico importante. La sensación, a la distancia, es como si alguien se hubiera dedicado a pintar el suelo de esta montaña de colores, sin que se mezclen los unos con los otros.

Pero, lógicamente, existe una explicación científica y mucho más simple para este fenómeno tan particular: los minerales. La gran concentración de minerales hacen que la tierra tome diferentes colores: el amarillo por los minerales sulfurados, el rojo por el hierro, los blanquecinos por los cuarzos … Una maravilla natural que salió a la luz gracias al deshielo provocado por el calentamiento global.

¿Cómo visitar la Montaña de Siete Colores?

Para descubrir esta Montaña de Siete colores, lo ideal es contratar un tour desde Cuzco. Las excursiones se realizan desde bien temprano, pues hay que pasarse varias horas de autobús para llegar hasta la aldea de Pitumarca, principal punto de referencia. La excursión se puede realizar a pie o a caballo, y atraviesa caminos donde nos podemos cruzar con la fauna andina, siempre con la cumbre de la montaña Ausangate de fondo.

Los tours suelen ser guiados e incluyen desayuno y almuerzo, amén de que pueden cubrir otras necesidades en caso de malestar. Y es que no podemos olvidar que, aparte del esfuerzo que supone hacer una excursión por la montaña durante varias horas, la Montaña de los Siete Colores está a más de cinco mil metros de altura y, por mucho que uno se crea aclimitado ya, es fácil en una situación de esfuerzo sufrir el mal de altura y sentir mareos o dolor de cabeza.

Igualmente, hay que ser respetuoso con el entorno lo máximo posible. La Montaña de Siete Colores se ha convertido en un importante atractivo turístico y es muy probable que nos encontremos con mucha gente, y no toda es respetuosa. Hay que poner nuestro granito de arena para no estropear el lugar y que siga siendo una maravilla natural.

Foto | Pixabay – jerzykwpodrozy