El imperio suizo del chocolate

En la gastronomía suiza nos encontramos con tres ingredientes principales: el queso, las patatas y, como no, el chocolate. Mucha gente dice que éste último es el más delicioso del mundo, y bien sea esto verdad o no lo cierto es que podemos decir que, al menos, es uno de los mejores. La historia de este imperio en Suiza se remonta a un viaje que el alcalde zuriqués hizo a Bruselas en el año 1697, donde tuvo su primer contacto con el chocolate. Este intentó introducirlo en el país hasta que, tras conocer la reputación del producto como afrodisíaco, la población lo rechazó en pocos años.

Sin embargo, hacia el año 1750 dos italianos intentaron abrir la primera fábrica de chocolate en Suiza, concretamente muy cerca de la capital, aunque el negocio no prosperó y tuvieron que abandonarlo. Sin embargo, los italianos insistieron y comenzaron a abrir algunas factorías en otros puntos de Suiza, tales como Vevey, Morges o Lausana. Finalmente, la primera chocolatería abrió sus puertas en Berna en el año 1792.

La fama y la reputación de la que goza el chocolate suizo es innegable, pero aún así no podemos decir que haya sido el país creador del mismo. Lo que sí es verdad es que los maestros suizos fueron los primeros en darle nuevas formas al chocolate moderno, y es que a pesar de mostrarse al principio escépticos, a lo largo de los años no hicieron otra cosa que esforzarse para ofrecer un producto mejor y de mayor calidad. Hoy en día, nos encontramos con un sinfín de empresas y marcas suizas dedicadas exclusivamente a este delicioso alimento, por lo que si algún día pisamos suelo helvético sería impensable no acercarse a alguno de estos golosos rincones.

Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-bigbirdz

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