Charles Kingsford Smith fue un pionero de la aviación en Australia. Entre sus hazañas, está la de ser el primero en sobrevolar el Océano Pacífico, desde los Estados Unidos hasta Australia, o de recorrer el gran país oceánico sin realizar ninguna escala.
Cruzando el Puente de la Bahía de Sidney, se deja atrás la zona de The Rocks y se llega a Sidney North. Nada más terminar de cruzar el puente uno se encuentra con otra de las atracciones turísticas de la gran ciudad de Australia, Luna Park, un parque de atracciones con una enorme historia detrás.
A lo largo del mundo podemos encontrar museos de todo tipo, si hasta hay un ¡museo de la mierda! en Italia. Por eso, no me sorprende lo más mínimo que en una ciudad como Sidney cuente con un museo tan raro como puede ser uno dedicado a las enfermedades.
Si quieres conocer algo más que la gran ciudad de Sidney, una de las mejores excursiones que se pueden hacer es hacia el Parque Nacional de las Montañas Azules. Y dentro de este espacio que está declarado como Patrimonio de la Humanidad, algo muy típico que se puede hacer es adentrarse en las famosas Cuevas Jenolan.
En Sidney no son de complicarse mucho la vida en ponerle nombre a las cosas. Así, a su auditorio más famoso lo llaman la Ópera de Sidney, a su puente más famoso lo llaman el Puente de Sidney, y a su torre más alta, pues no era sino de esperar que simplemente la llamaran la Torre de Sidney.
Desde 1816, la ciudad de Sidney cuenta con un Jardín Botánico, que tiene la categoría de real. Este espacio se encuentra en la zona de la bahía y, dada su ubicación y su carácter gratuito, se ha convertido en un espacio de asueto y divertimento para vecinos de la ciudad así como también para sus miles de visitantes.
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