Tres días descubriendo Berlín: Día 1, paseando por el centro de la ciudad

Tres días descubriendo Berlín: Día 1, paseando por el centro de la ciudad

Escrito por: Victor Alós    31 mayo 2016     4 minutos

A veces, tenemos ocasión de visitar una ciudad que nos encanta, pero desgraciadamente solo contamos con unos pocos días para hacerlo. En estos lugares suele haber cientos de rincones por descubrir y no tenemos tiempo material de verlo todo. Por ese motivo es necesario hacer una lista de los principales lugares a visitar y marcar, en la medida de lo posible, un programa para tener tiempo de ver todo lo que nos interesa.

Por ejemplo, es posible visitar Berlín en tres días, viendo lo más importante y volviendo a casa habiendo visto lo que no puede faltar en la visita. Para comenzar, hay que ir con el hotel buscado y todo listo para alojarse en él. Si buscamos un establecimiento que esté situado cerca del centro, donde suelen ubicarse los principales monumentos, mucho mejor. Una opción sería utilizar un comparador de hoteles, como el de HotelsCombined, para poder elegir el que más nos convenga, por precio y situación.

Día 1, un paseo por el centro de Berlín

El centro de Berlín se ha de visitar con calma, paseando por las calles y maravillándose por la historia que ha quedado grabada en cada edificio. Alemania sufrió la presencia del régimen nazi y en muchos lugares se recuerda esa etapa de su historia reciente para purgar ese infausto recuerdo. Una buena manera de comenzar con este paseo es hacerlo en la Pariser Plaze, desde donde parten algunos tours guiados que recorren sus calles.

Alemania sufrió la presencia del régimen nazi y en muchos lugares de Berlín se recuerda esa etapaEn esta plaza está ubicada la Puerta de Brandenburgo, uno de los símbolos de la ciudad que en el momento de su construcción era una una entrada a la ciudad. No muy lejos de ella se encuentra el Memorial del Holocausto, formado por un grupo de monolitos de piedra gris que sirve para no olvidar. En un parking que se encuentra muy cerca de ese lugar se encontraba el búnker donde el mismo Hitler se quitó la vida, por lo que en un espacio muy pequeño, tenemos una buena dosis de historia berlinesa.

Paseando por la Leipziger Strasse se encuentra el Ministerio de Finanzas, antigua sede de la aviación nazi, que utilizaba este edificio para ocultar su verdadera finalidad. Un poco más allá se puede visitar la antigua sede de la Gestapo, la policía política de los nazis, donde se puede visitar de manera gratuita la exposición Topografía del Terror, que recoge documentación de este cuerpo tan temido en su momento.

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No muy lejos de la exposición hay un tramo de unos 100 metros del muro de Berlín, que lleva hasta el Check Point Charlie, uno de los puntos por donde se pasaba de una Alemania a la otra. En la plaza de la Gendarmería se encuentra la Casa de conciertos de Berlín y dos iglesias idénticas, levantadas en época de Guillermo I.

La ruta por la zona centro de Berlín puede terminar en la Bebel Platz, donde se levanta la Ópera de Berlín y el edificio religioso más antiguo de la capital alemana, la Catedral de Santa Edivugis. También está la Facultad de Justicia de la Universidad de Humbolt. También es el lugar donde se produjo la quema de libros en el año 1933, algo que se recuerda con una instalación subterránea que representa unas estanterías vacías que se pueden ver a través de un cristal en el suelo. Junto a este, hay una inscripción que dice, en alemán, «Eso solo fue un preludio, ahí donde se queman libros, se terminan quemando también personas«, una cita del poeta Heinrich Heine.

Entre un lugar y otro, hay que tomarse su tiempo y dejar que la historia de la ciudad nos cuente cosas, permitiéndonos además disfrutar de la comida en alguno de sus restaurantes y cafeterías. En el siguiente artículo veremos qué hacer en el segundo día en Berlín.

Foto 1 | Alberto Alvarez-Pera – Flickr
Foto 2 | Lorena a.k.a. Lorenathur – Flickr