Datos y curiosidades de la Ópera de Sidney

Datos y curiosidades de la Ópera de Sidney

Escrito por: Xavi    20 abril 2016     4 minutos

La Ópera de Sidney es el edificio más famoso de esta ciudad y prácticamente de toda Australia. Se ha convertido en un emblema más allá incluso de las fronteras del país y es uno de los lugares más fotografiados del mundo.

Ahora vamos a conocer algunos detalles más y alguna que otra curiosidad sobre éste edificio. Puede que muchos ya los sepas y puede que otros no.

Bennelong Point

La pequeña península sobre la que asienta la Ópera de Sidney recibe el nombre de Bennelong Point. En un principio, este lugar era una pequeña isla que luego sería unida a tierra, aprovechando la tierra y las rocas que se removieron para la construcción del Fuerte Macquarie, que ocupó el lugar durante buena parte del siglo XIX.

El nombre de la península proviene de un aborigen llamado Bennelong. Este aborigen fue capturado a finales del siglo XVIII y se convirtió en una especie de traductor, ya que aprendió el inglés, trabajando personalmente para el gobernador Phillip. Dicen que le pidió al gobernador que le hiciera una casa en la isla, y de ahí dicen que se bautizó con su nombre al lugar.

Jorn Utzon

Para la construcción de la Ópera de Sidney se recibieron más de doscientos proyectos. Al final, el elegido, y galardonado con un premio de 100 mil dólares, fue el proyecto de Utzon, un arquitecto de Dinamarca que jamás había pisado Australia y que sólo envió un dibujo de lo que tenía pensado y no un proyecto completo.

El proyecto de Utzon fascinó, entre otras cosas, porque suponía un enorme desafío. En un principio, ni el arquitecto ni el equipo encargado de la construcción tenían idea de cómo construir esas enormes bóvedas blancas que hoy en día se han convertido en la seña de identidad del edificio más emblemático del país.

Retrasos, sobrecostes y problemas con Utzon

Que el simple hecho de decidir como se levantaban algunas partes del edificio motivó que la construcción se alargara más de lo previsto. Y claro, a más tiempo, más gastos. Se partía de un presupuesto inicial de 7 millones, que fue lo que estimó Utzon en su proyecto y cuando se inauguró, casi veinte años después de lo previsto, se habían pasado de los 100 millones en gastos.

Evidentemente, hubo problemas de financiación, que aumentaron más los retrasos y que hicieron que el edificio empezara a no ser popular entre los ciudadanos de Sidney. La situación llegó a tal punto que Utzon presentó su dimisión, hizo las maletas, se marchó de Australia y falleció, con 90 años sin pisar la que fue su obra cumbre.

Otras cifras y datos curiosos sobre el edificio

  • Las grandes conchas que forman la bóveda están compuestas por más de un millón de azulejos que, si a la distancia parecen todos iguales, en realidad son diferentes: los hay blanco brillante y los hay color crema mate.
  • El edificio cuenta con cinco teatros, siendo el más grande el Concert Hall, con capacidad para casi tres mil espectadores, y el más pequeño el Studio Theatre, con capacidad para 364 espectadores.
  • Aparte de los teatros, el conjunto cuenta con alrededor de 800 salas contando todos los espacios que hay, como camerinos, salas de ensayos o salas de grabación. El conjunto también cuenta con varios bares y restaurantes.
  • El primer concierto con entrada de público se dio el 28 de septiembre de 1973, con una representación de la ópera Guerra y Paz. Casi un mes más tarde, el 20 de octubre, se realizó la inauguración oficial con presencia de la Reina Isabel II de Inglaterra.
  • Antes de la primera actuación oficial se realizaron muchas de prueba y ensayo, algunos con un público selecto elegido por invitación. Pero el honor de haber realizado la primera actuación recae en Paul Roberson, un cantante afroamericano que interpretó Man River cuando el edificio era aún un amasijo de andamios, con los trabajadores como público.
  • Hablando de trabajadores, más de diez mil comenzaron la construcción de este singular edificio. Y se dice que fueron más de cien mil los que alguna vez trabajaron hasta que se le dio el último remate a esta magna construcción.
  • En el año 2007, la Ópera de Sidney fue inscrita dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. También fue propuesta como una de las Nuevas Maravillas del mundo, pero al final no entró en la lista de siete elegidas tras ocupar el decimoneveno lugar en la votación popular.

Foto | Flickr – Simone Brunozzi


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