Qué ver en un viaje por Armenia
Armenia es una joya escondida entre Europa del Este y Asia Occidental, un país que sorprende por su hospitalidad, paisajes de montaña, riqueza cultural y una historia milenaria que se respira en cada rincón. A pesar de ser un destino aún poco masificado, Armenia tiene mucho que ofrecer: desde monasterios medievales en acantilados hasta lagos cristalinos, ciudades llenas de vida y rutas perfectas para los amantes del senderismo.
Tu punto de partida será casi siempre Ereván, la capital armenia. Esta ciudad combina arquitectura soviética, cafés modernos, arte callejero y una animada vida nocturna. Algunos lugares imperdibles son por ejemplo el Museo del Genocidio Armenio, la Cascada, la Plaza de la República, entre otros puntos de interés para los que realizan su primera visita.
A solo 45 minutos de Ereván se encuentran dos de los lugares más impresionantes del país. Uno de ellos es Garni, único templo grecorromano en el Cáucaso, construido en el siglo I. Un testimonio de la época precristiana de Armenia. Un monasterio ideal para conocer es el de Geghard, monasterio del siglo IV excavado en la roca, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su ubicación entre montañas y su historia lo convierten en uno de los lugares más mágicos del país.
El Lago Sevan es uno de los lagos alpinos más grandes del mundo y uno de los destinos favoritos tanto para locales como viajeros. Está rodeado de paisajes montañosos, iglesias antiguas y playas donde se puede nadar en verano. Sin duda es un sitio de referencia donde relajarse. Es un lugar de Armenia muy interesante para tenerlo presente.
Situado en el sur del país, el Monasterio de Tatev es uno de los lugares más fotogénicos de Armenia. Se encuentra en lo alto de un cañón y se puede llegar mediante el teleférico Wings of Tatev, el más largo del mundo sin paradas (5.7 km), que ofrece vistas espectaculares durante todo el trayecto.
Conocido por su naturaleza verde, aire puro y arquitectura tradicional, Dilijan es ideal para quienes buscan tranquilidad, senderismo y experiencias locales. Está rodeado por el Parque Nacional Dilijan, que ofrece rutas de trekking entre bosques y monasterios como el de Haghartsin y Goshavank.