Canfranc, una de las estaciones de tren más bonitas de España

Canfranc, una de las estaciones de tren más bonitas de España

Escrito por: Victor Alós    31 octubre 2016     3 minutos

Un vestigio de la ruta ferroviaria que unía Aragón con Francia es esta monumental estación ferroviaria que servía de última conexión entre España y el país vecino para viajar de uno a otro a través del túnel del Somport. Este permitía salvar la barrera natural que formaban los Pirineos y servía como punto de unión entre ambos países. La Estación Internacional de Canfranc se inauguró en el año 1923 y desde el principio se convirtió en un lugar que visitar, más allá de su función principal.

La estación de Canfranc ha sido escenario de varias novelas y películas, por su pasado fronterizoLa estación fue diseñada para representar un lujo en los viajes que mostraba la elegancia, el placer de viajar y la majestuosidad que se quería dar a la llegada o la partida a España. Se trata de un edificio que tiene una considerable longitud: 241 metros que acogen 75 puertas a cada lado y que no solo contenía los servicios propios de una estación.

Contaba con la zona propia de los asuntos relacionados con los trenes, pero también con un bar, restaurante, un hotel y una inmensa biblioteca que aportaban un cierto toque elegante y elitista a la estación. Durante varias décadas fue punto de reunión de viajeros entre España y Europa, un lugar donde parar no solo para hacer una etapa del viaje, sino como un lugar en el que valía la pena pasar unos días.

Los conflictos españoles y europeos de la primera mitad del siglo XX hicieron que en sus salones se intercambiaran informaciones sobre movimientos de tropa y cuestiones políticas. Un ambiente de espionaje que ha dado pie a numerosas historias en forma de películas, cortometrajes y novelas que han tenido esta impresionante estación como escenario de ficción.

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La magia de Canfranc

Durante la década de los años 30 se cegó el túnel de Sompart para evitar la llegada de tropas desde Francia y durante la Segunda Guerra Mundial fue el lugar de paso para los cargamentos de wolframio, un mineral que se utilizaba para reforzar los blindajes de los vehículos de guerra alemanes. A cambio, llegaban toneladas de oro desde Suiza, algo que ha incendiado la imaginación de los escritores.

En el año 1970 se produjo un accidente en el lado francés que provocó el derrumbe del puente que unía ambos países al salir del túnel y se interrumpieron las rutas entre países. Los viajeros que quieren llegar hasta Francia tienen que utilizar autobuses fletados por este país y la estación ha visto limitada su actividad a trenes de media distancia, que unen esta pequeña población con Zaragoza.

El edificio de la estación sufrió un grave incendio y permaneció cerrado durante décadas, aunque se ha comenzado a restaurar y existe la posibilidad de conocer este lugar gracias a unas visitas guiadas que ofrecen toda la información sobre este emblemático lugar y que tanta historia, real y de ficción, acoge entre sus paredes.

Fotos | Wikipedia