Conociendo Marsella (II)

Conociendo Marsella (II)

Escrito por: slledo    17 noviembre 2012     2 minutos

Hace unos días hicimos un pequeño recorrido por los puertos y los museos de Marsella. Hoy vamos a dar un paseo por los monumentos y edificios más interesantes de la ciudad. Empezaremos por Notre-Dame de la Garde, una basílica icónica conocida como «La Buena Madre». Está situada al sur del Puerto Viejo, es una obra de estilo románico-bizantino. Su elemento más llamativo es la efigie dorada de once metros de altura que representa a la Virgen María y que corona el campanario.

También en la zona del Puerto Viejo encontramos los fuertes que los delimitaban. El fuerte de San Juan y el fuerte de San Nicolás. El protagonismo de estas construcciones defensivas surgió a partir del siglo XII en el caso de San Juan cuando acogió a la orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. El de San Nicolás fue más conocido por el movimiento de La Fronda del siglo XVII.

El Palacio de Longchamp se inauguró en el año 1869 con motivo de la conmemoración de la llegada del agua a la ciudad gracias a los trabajos de canalización que empezaron a realizarse en el año 1839. Actualmente alberga el Museo de Historia Natural y el Museo de Bellas Artes.

La Basílica de Santa María la Mayor también es una construcción de estilo románico-bizantino y quizás uno de los más fotografiados por los turistas. Está formada por dos iglesias, la más antigua del siglo V aunque fue restaurada posteriormente, la segunda es del siglo XIX. Para hacer una visita rápida por todos estos monumentos no tendremos más que subir a los trenes turísticos de la ciudad. Puede que estos trenecitos estén considerados parte del turismo «cutre» pero la verdad es que pueden resultar muy útiles para conseguir una vista general de la ciudad.

Por último, mención especial para el Barrio «Le Panier», entre sus calles encontramos gran cantidad de tiendas artesanales y de productos típicos como el chocolate. Y si tienes la oportunidad también es recomendable una visita al archipiélago de Frioul, formado por cuatro islas: If, Pomegues, Ratonneau y Tiboulen. Quizás la más conocida sea la de If por su Castillo, el cual sirvió de inspiración para Alejandro Dumas para su obra «El Conde de Montecristo». Pero cualquiera de ellas resultará un buen lugar donde contemplar la belleza del mar y las calas escarpadas.

Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-Dodvan