El Palacio Real de Caserta

El Palacio Real de Caserta fue erigido gracias al sueño de Carlos VII rey de Nápoles y Sicilia cuya ilusión era tener un palacio que sirviese de muestra de su poder y también cumpliese con su principal objetivo de ofrecer un centro cortesano y administrativo a los soberanos de las Dos Sicilias.

Las pretensiones del monarca apuntaban alto, pretendía igualar la majestuosidad del Palacio de Versalles, y así fue. Le propuso su idea al arquitecto Luigi Vanvitelli, el cual presentó su proyecto y contó con el beneplácito del rey. Prácticamente es un edificio totalmente barroco aunque empiezan a deslumbrarse en él algunos toques neoclásicos. Los planos mostraban un palacio de más de cuarenta y cuatro mil metros distribuidos sobre una planta cuadrada que darían cabida a teatros, bibliotecas, patios, vestíbulos, capilla y apartamentos reales.

El Palacio Real de Caserta está inscrito como Patrimonio de la Humanidad desde el año 1997. Si estás en Nápoles o alrededores es una excursión que puede merecer la pena y está a tan solo treinta minutos en tren desde la ciudad napolitana. En su interior podemos destacar las amplias y decoradas salas reales o los vestíbulos y la impresionante escalera barroca.

En el exterior, sus dos jardines: uno italiano y otro de estilo inglés, dejarán maravillados al visitante. Tanto sus fuentes y sus caminos entre árboles y verde césped se convertirán en el escenario perfecto para un paseo relajado. Imposible recorrerlo todo a pie debido a su gran extensión, aunque siempre podremos alquilar un carruaje tirado por caballos o unas bicis con motor. El precio de la entrada general es de 12 euros, si quieres saber más puedes informarte en su página oficial.

Foto | Flickr-Rocpoc

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