Cataluña, tu casa, también en el interior

Cataluña, tu casa, también en el interior

Escrito por: Victor Alós    13 julio 2016     3 minutos

Imagina un lugar donde el calor no te abrasa, pero el sol siempre está brillando. Un lugar donde sentirse relajado, pero con la posibilidad de vivir experiencias que despiertan tu lado más aventurero. Un lugar en el que no paras quieto, pero donde te encuentras como en casa. Ese lugar existe, y está en Cataluña. En tu casa.

El Pirineo catalán te ofrece todo esto, muy cerquita de ti. Un completo catálogo de experiencias que van desde la tranquilidad de descansar en contacto con la naturaleza hasta la energía que desata bajar por un embravecido río a bordo de una embarcación con los amigos. Todo es más en estas tierras. Más relajante, más activo y más intenso.

Dormir en un campamento de montaña ofrece unas sensaciones que difícilmente se pueden experimentar en cualquier otro lugar. El cielo estrellado, el rumor del viento… una manera única de dormir y reponer fuerzas. Pero al despertar se puede cambiar esa tranquilidad por la descarga de adrenalina que supone hacer el descenso en rafting por el Noguera Pallaresa. El tramo a recorrer es un desfiladero de 5 kilómetros que une el Pallars Jussà y el Sobirà, que se beneficia del agua del deshielo y por eso ofrece una experiencia impresionante entre un escenario de una belleza que sorprende.

Después del descenso, hay que vivir la bajada por el Barranco del Infierno, una prueba no apta para débiles de corazón que permite que esas sensaciones que se han vivido antes se intensifiquen y aumenten. Cuatro descensos en rápel, toboganes que ayudan a moverse por el recorrido, mucha agua y diversión. Desde lo más alto del barranco hasta lo más profundo, un camino de 100 de altura que esconde sorpresas, aventura y experiencias que tardarán mucho en ser olvidadas.

Pero todo eso es solo parte de la aventura de vivir unas vacaciones en el Pirineo catalán. Llega el momento de descansar, de poner el neopreno a secar y a disfrutar de la noche. La gran variedad y calidad de la gastronomía de la zona, basada en la ganadería y la agricultura propia de un rincón de Cataluña que mantiene vivo el rescoldo de las tradiciones.

Cordero, aves y mucho más que traslada al paladar las mismas sensaciones que las actividades realizadas y complementan unos días en los que nada importa, nada más que disfrutar y sentirse arropado por la montaña, el agua que corre por ella, el viento y las gentes que harán que te sientas como en casa.

Foto | Adrià Garcia – Flickr


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