Las mejores propuestas de República Checa en verano
La República Checa es mucho más que su encantadora capital, Praga. En verano, este país centroeuropeo se transforma en un destino vibrante con castillos medievales, pueblos de cuento, bosques frondosos, festivales culturales y rutas de senderismo. Gracias a su clima agradable y a su excelente red de transporte, es ideal para recorrerlo a fondo y vivir una experiencia auténtica y variada. Si estás planeando tu viaje para los meses de calor, aquí te presentamos los mejores atractivos y actividades para disfrutar en verano en la República Checa.
La capital checa se llena de vida en verano, y recorrerla a pie se vuelve aún más placentero. Pasear por la Ciudad Vieja, cruzar el Puente de Carlos o ver el atardecer desde el Castillo de Praga es una experiencia única con los días largos y el clima templado. Puedes aprovechar para realizar un paseo en barco durante el atardecer, hacer un picnic, entre otras propuestas.
Una de las mejores opciones es conocer Cesky Krumlov. Este pueblo del sur de Bohemia, Patrimonio de la Humanidad, parece sacado de una novela medieval. Su castillo, el río serpenteante y sus callejuelas adoquinadas lo convierten en uno de los destinos más románticos del país. Puedes dar un paseo en canoa por el río Vltava.
Suiza Bohemia es un destino natural increíble y muy recomendable para el verano. Este parque nacional, en el norte del país cerca de la frontera con Alemania, es uno de los tesoros naturales menos conocidos de Europa. La formación rocosa Pravčická brána, el puente de piedra natural más grande del continente, es su gran atractivo.
La República Checa es famosa por sus castillos, y en verano muchos abren sus jardines y organizan ferias medievales, visitas nocturnas o conciertos. El Castillo de Karlštejn, el Castillo de Bouzov o el de Hluboká, son algunos de los más interesantes para realizar una visita durante tus vacaciones.
Si buscas una experiencia más relajada, la región vinícola de Moravia del Sur es perfecta para pasar unos días entre viñedos, probar vinos locales y conocer pueblos encantadores. Paseos en bicicleta recorriendo estos parajes naturales es una de las opciones interesantes. También es recomendable alojarse en alguna casa rural.