Santa Sofía, el símbolo de Estambul

Santa Sofía, el símbolo de Estambul

Escrito por: Xavi    17 octubre 2016     2 minutos

El símbolo de una ciudad como Estambul y de un país como Turquía es un templo con más de mil años de historia: Santa Sofía. Una Basílica cuyo nombre no hace referencia a la santa sino al significado griego de la palabra sofía, que no es otro que Sabiduría.

Ésta del nombre es sólo una de las muchas curiosidades que rodean a un templo que empezó a construirse en el siglo IV. Aquella primitiva iglesia que se levantó por orden de Constantino se destruyó en un incendio, así que se levantó de nuevo, ya dentro del siglo V, por orden de Teodosio II. Esta iglesia corrió la misma suerte que la anterior, consumida por el fuego, y así llegamos al siglo VI, donde por orden Justiniano se eleva la ya definitiva Basílica de Santa Sofía, o Ayasofiya como la llaman los turcos hoy día.

La construcción recayó en los arquitectos Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto, quienes no tuvieron ningún problema en aceptar y ejecutar un proyecto que tenía que ser una de las grandes obras de la arquitectura universal. La iglesia que construyeron fue la más grande del mundo durante muchos siglos, hasta que se levantó la actual Catedral de Sevilla en el siglo XVI.

El interior de Santa Sofía está lleno de estampas mágicas

La gran joya de la arquitectura bizantina, fue la iglesia más importante de la religión ortodoxa e incluso sede del Papa tras el gran cisma católico del siglo XI. Así, hasta el siglo XV cuando la antigua Constatinopla fue conquistada por el imperio otomano y la iglesia se mantuvo en pie aunque reformada como mezquita.

De esa época son los minaretes que adornan el exterior de este templo, cuyo verdadero tesoro y su auténtica belleza se esconde en el interior. Merece la pena cruzar las puertas y disfrutar de los mosaicos y de todos los elementos decorativos de la nave principal, dividida por más de un centenar de columnas. De todas ellas, hay una a la que atribuyen propiedades curativas y es fácil de descubrir, pues siempre está rodeada de gente y hasta se forman colas para tocarla.

Las colas son precisamente habituales tanto para el acceso como para moverse en el interior de este antiguo templo, convertido ya en museo desde el año 1935. Pero es lo normal teniendo en cuenta que hablamos de uno de los edificios más visitados no ya en Estambul o en el país de Turquía, sino a nivel mundial.

Foto 1 | Flickr – David Stanley
Foto 2 | Flickr – Rob Hurson