El Palacio de Schönbrunn en Viena, Patrimonio de la Humanidad

El Palacio de Schönbrunn en Viena, Patrimonio de la Humanidad

Escrito por: slopez    24 agosto 2013     2 minutos

De más está reseñar la belleza arquitectónica de los infinitos palacios que se encuentran repartidos por Austria. Hoy vamos a detenernos en la capital del país, Viena, para conocer uno de los más legendarios y hermosos del mismo. Hoy, vamos a adentrarnos en el Palacio de Schönbrunn.

El Palacio de Schönbrunn es también conocido como el Versalles vienes por su similitud al famoso palacio francés. Su construcción inicial data de mediados del siglo XVI, aunque fue un siglo después cuando adquirió la forma y la estructura barroca que se le conoce en la actualidad, siendo atracción turística desde el siglo XIX.

Palacio usado como residencia veraniegapor la familia de los Habsburgo a partir de mediados del siglo XVII. Tuvieron que pasar algo más de veinte años para que el palacio y todos los jardines que lo flanquean fueran erigidos por orden de la esposa del emperador Fernando II.

Cuando nos encaminamos al interior del palacio, podemos apreciar y conocer la vida e historia de la gente de la época, a través de la decoración que encontramos en él. Hasta un total de cuarenta aposentos imperiales se pueden recorrer, amén de los salones privados donde residían los Habsburgo.

Los salones oficiales están decorados en estilo rococó, siendo muy llamativos por su lujo y grandiosidad. Así mismo, las habitaciones pertenecientes al emperador Francisco José y la emperatriz Sissi se distinguen por su sencillez ornamental y por su simplicidad en el mobiliario, aunque sin dejar de admirar los objetos que la propia emperatriz usaba en su época.

Seguimos nuestro paseo por el palacio, donde hay algunas estancias que no podemos dejar de visitar. Entre ellas, destacamos la Gran Galería (utilizada para la celebración de los bailes imperiales), el Salón Chino Circular (usado por la esposa del emperador Fernando II para conversaciones privadas con su marido), el Salón del Desayuno o el Salón Chino Azul (lugar donde Carlos I abdicó en 1918).

Cuando hemos acabado con la inolvidable visita al palacio, en el exterior encontramos otros lugares en los que podemos reparar como el Museo de Carruajes Imperiales (que alberga más de ciento setenta vehículos de la época entre carruajes y sillas, entre otros), el Tiergarten (el zoo más antiguo del mundo) o la Glorieta, donde podremos disfrutar de un café mientras tenemos una amplia visión, frente a nosotros, de la ciudad de Viena.

Otro palacio que no se deben perder en Viena. En el número cuarenta y siete de la Schönbrunner Schloss Strasse, abierto todos los días de 8.30 de la mañana a 4 de la tarde del 1 de noviembre al 31 de marzo, hasta las 5 de la tarde del 1 de abril al 30 de junio y del 1 de septiembre al 31 de octubre y hasta las 6 de la tarde del 1 de julio al 31 de agosto.

Vía | wikipedia
Foto | flickr-Olivier Bruchez