Rocamador: turismo religioso, quesos y casas en acantilados

Rocamador: turismo religioso, quesos y casas en acantilados

Escrito por: slledo    25 enero 2013     2 minutos

El municipio de Rocamador, situado al este de Burdeos atrapa a todo aquel que se decide visitarlo. Está ubicado en un paraje inmejorable, en el valle de una montaña calcárea rodeada de vegetación. Su nombre proviene del occitano Róc Amador, la roca de Amador. Aquí se encontraron los restos del santo Amador en el año 1166, según la leyenda, en perfecto estado de conservación.

Sus casas se han ido esculpiendo de abajo hacia arriba dando la sensación de que han ido escalando por el acantilado. En la parte inferior encontramos las viviendas y conforme vamos subiendo iremos topándonos con las construcciones de carácter religioso. Hasta siete iglesias han conseguido conservarse en el lugar. El edificio más relevante de estas carácterísticas es la Iglesia de Notre Dame cuyos orígenes se remontan al año 1479. Para llegar hasta ella tendremos que subir 216 peldaños, tradicionalmente los peregrinos los subían de rodillas como muestra de penitencia.

Hasta aquí llegan multitud de peregrinos con el objetivo de comunicar sus plegarias a la Virgen Negra que albergan sus muros. Muestra del paso de personajes célebres que visitaron a la Virgen son la multitud de inscripciones que todavía pueden observarse en sus paredes. Bajo la iglesia hay una cripta del año 1166 que guarda las reliquias de San Amador.

En el exterior de la iglesia de Notre Dame veremos una espada insertada en la roca. Se dice que es la espada Durandal, perteneciente a Roldán, héroe y sobrino de Carlomagno. Por último, si visitas este municipio no olvides comprar uno de sus quesos de cabra que llevan el nombre de Rocamadur y que desde el año 1996 tienen denominación de origen.

Vía | Viajes A
Foto | Flickr-FMJRey