Bernkastel-Kues, como viajar al pasado

Saliendo de Bonn en dirección sur se llega, en menos de dos horas, a un pueblecito muy turístico llamado Bernkastel-Kues. Aunque en realidad hemos cubierto nada más que un trayecto de algo más de 100 kilómetros, parece que hemos hecho un viaje mucho mayor, incluso a través del tiempo.

Y es que sumergirse en el corazón de este pueblo es como viajar al pasado. El centro de la ciudad es el típico y pintoresco pueblo alemán que vemos en las postales antiguas, con esas casas de tres y cuatro plantas, con sus tejados negros, con muchas ventanas y flores en algunos balcones. Es el escenario ideal para los mercadillos, especialmente para los navideños. Aquí, en este pueblo, lo tienen de serie.

Pero, además, en este pueblo hay más que hacer que empaparse de tipismo y regionalismo. Por ejemplo, la zona es famosa por los vinos que en ella se producen. Se puede hacer una visita al Museo del Vino, o bien ir a conocer bodegas o darse un paseo por los viñedos.

Viñedos que, por cierto, se extienden alrededor de los meandros que forma el río Mosela, río que desemboca en el Rin y que por esta región transcurre perezosamente. Hay varias rutas de senderismo por la zona que cubren los lugares naturales que hay que ver, como también hay paseos en barco, para ver las viñas desde otro punto de vista. Aunque las mejores vistas se tienen desde el castillo, el mejor mirador que puedes encontrar en todo el valle.

Así que, aparte de la Navidad, septiembre es un buen mes para acercarse a este pueblo, pues es cuando se celebran las Fiestas del Vino. Aunque, en general, cualquier momento es bueno para hacer una excursión a la región, que como ves, aunque no muy conocida, suena muy interesante.

Foto | Flickr – Heribert Pohl

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