El Bufador de Peñíscola, una salida del mar en pleno casco histórico

En el Norte de la provincia de Castellón se alza Peñíscola, una pequeña población que cuenta con uno de los castillos más importantes de la Comunidad Valenciana. Situado en una pequeña península que se adentra en el Mediterráneo, el Castillo del Papa Luna preside uno de los considerados pueblos más bonitos de España.

Su casco histórico está repleto de pequeñas callejuelas empredradas que suben hasta la puerta del castillo, bordeando el mar y permitiendo una vista estupenda de la inmensidad de Mediterráneo.Muchas de las casas que hay en por sus calles están habilitadas como pequeños comercios y restaurantes, que ofrecen a los visitantes la excelente cocina tradicional del pueblo.

Este cuenta con un puerto pesquero, por lo que cada día la lonja surte de ingredientes recién pescados en sus aguas. Los restaurantes se surten, además, de los frutos de la rica huerta de la población, que también ofrece sus mejores productos a las cocinas.

Atravesando la puerta de San Pedro y subiendo por la calle,, el visitante se encuentra con un fuerte sonido, como si el propio mar estuviera en ese lugar, aunque se encuentra varios metros por encima del mismo y con una sólida pared de roca frenandolo.

Se trata del Bufador, una cavidad que la acción del agua y el viento ha abierto en la roca del peñón. Una gruta al pie del mismo conectan con este agujero en la roca. La acción de las olas hace que el aire salga con fuerza por el mismo, transmitiendo el sonido del mar, amplificándolo y permitiendo que se escuche con fuerza por sus calles.

En verano no suele sonar mucho, ya que el mar está en calma. Es en invierno, cuando hay temporal, es cuando El Bufador sopla con fuerza y es posible, incluso, que lance algún chorro de agua que surge con fuerza desde el interior de la pequeña montaña donde se asienta Peñíscola.

Foto | Wikipedia

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