Okinawa, las islas de Japón con personalidad propia

Las islas de Okinawa están ubicadas en la parte más meridional del Japón. Se trata de unas islas de origen volcánico, que cuentan con un maravilloso color turquesa en sus aguas, gracias a la presencia del coral en ellas. Su cultura, la arquitectura y una gastronomía muy agradable, hacen que se hayan convertido en una de las opciones más atrayantes para el turismo en Japón.

Se divide en tres áreas: Okinawa Shoto, donde está la isla principal y su capital, Naha; las islas de Miyado y las islas Yaeyema. En estas últimas se encuentran las islas Ishigaki, Iriomote y Taketomi, tres destinos preferentes de Okinawa.

A diferencia de otros puntos turísticos de Japón, Okinawa tiene un ritmo diario más relajado, sin agobios ni estridencias. Por eso muchos de los visitantes que llegan hasta las islas prefieran estas islas para descansar y desconectar del día a día.

Actividades marinas para disfrutar

Las islas de Okinawa están compuestas por más de 600 islas y en ellas se puede practicar el buceo y otros deportes acuáticos. Hay lugares más adecuados que otros, donde se puede nadar con tortugas, bucear entre corales o incluso dejarse llevar por un buen baño por las aguas apacibles y cristalinas.

La imagen que ofrecen las islas también es muy atractiva. Las rocas marinas de la isla Yonaguni, la tranquilidad que ofrece el mar, donde también nadan ballenas, son alicientes más que suficientes para plantear la visita a Okinawa. Además, el acuario Churaumi, el segundo más grande del mundo, permite conocer la fauna marítima de manera muy didáctica e interesante.

Japón, pero con identidad propia

Las islas de Okinawa mantienen la identidad japonesa, pero con un espíritu propio. Entre sus manifestaciones artísticas se encuentra la cerámica de Yomitan, que atraen la mirada de los visitantes por su identidad cultural que se alarga a través de los siglos. Otra labor de artesanía que se ha mantenido en este archipiélago es la técnica de tejido bingata. El tejido que surge de esta técnica se reservaba a las clases altas japonesas, por lo que cuenta con una calidad muy elevada. Por cierto, Okinawa es el lugar donde se creó el kárate. Por eso, muchos deportistas de élite, aficionados y visitantes se acercan hasta Okinawa para practicar este arte marcial y descubrir más sobre su origen.

La gastronomia es también muy importante y se nota en las elaboraciones que ofrecen los restaurantes de la zona. La oferta está conformada por productos de cercanía y temporada, así que todos los productos son frescos y se convierten en una buena opción para disfrutar de la comida local.

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Alguno de los platos más populares son los fideos soba estilo Okinawa y el goya chanpuru, que es un revuelto de goya, un tipo de melón amargo de cultivo local, con huevos y verduras. Otros platos tradicionales son el tako rice, que se elabora gracias a la influencia de Estados Unidos durante el periodo de ocupación.

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