Las 5 mejores escapadas para disfrutar del verano
El verano es la temporada perfecta para escapar del bullicio, cerrar el portátil, apagar las notificaciones y perderse —literalmente— en destinos donde el tiempo parece avanzar más lento. Más allá de las playas abarrotadas y los típicos tours, existen lugares mágicos donde la naturaleza, la cultura y la tranquilidad se combinan para regalar experiencias inolvidables. Si estás buscando algo distinto, aquí tienes destinos diferentes para perderse este verano y reconectar contigo mismo y el mundo que te rodea.
Un rincón remoto en medio del Atlántico, São Jorge es una de las islas más salvajes y espectaculares del archipiélago de las Azores. Es interesante conocer sus formaciones costeras volcánicas, sus bonitos paisajes y descubrir las fascinantes piscinas naturales.
A unas horas de Cancún, Holbox es un paraíso sin coches, donde las calles son de arena y el estrés se disuelve con cada atardecer. Su ambiente bohemio, la cercanía con el tiburón ballena (de junio a septiembre) y sus playas tranquilas de aguas poco profundas. Es ideal para relajarse y olvidarse del bullicio de las grandes ciudades o destinos turísticos masificados durante el verano.
En los Alpes albaneses, este valle es una joya oculta para amantes del senderismo, los paisajes de montaña y la tranquilidad rural. Se trata del Valle de Valbona, un lugar para poder conocer la naturaleza virgen, aire puro, pueblos donde el tiempo se detuvo y rutas de trekking inolvidables como la que une Valbona con Theth.
Declarada Patrimonio de la Humanidad, la isla de Yakushima al sur de Japón es un santuario de bosques antiguos, musgo, niebla y árboles milenarios. Alberga cedros de más de 2.000 años (como el famoso Jōmon Sugi), cascadas impresionantes y paisajes que inspiraron a Studio Ghibli.
Un lugar único para conocer son las islas Lofoten. Un escenario de otro planeta, donde montañas afiladas se alzan directamente sobre aguas turquesa, pueblitos pesqueros pintorescos y el sol nunca se pone en verano. Para perderse completamente: rutas en kayak entre fiordos, caminatas hasta miradores vertiginosos, playas árticas como Haukland y alojamientos en “rorbuer” (cabañas de pescadores).