Rincones para conocer Paraguay en tus vacaciones
Paraguay es uno de los destinos menos conocidos de América del Sur, pero es precisamente eso lo que lo hace tan especial. Este país sin litoral sorprende con su mezcla de cultura guaraní, legado colonial, naturaleza virgen y tradiciones vivas. Si estás buscando una experiencia de viaje diferente, auténtica y fuera de las rutas turísticas clásicas, Paraguay es una joya por descubrir.
Asunción es una de las capitales más antiguas de Sudamérica. En ella conviven la arquitectura colonial con modernos murales urbanos, mercados tradicionales y una vibrante vida nocturna. Puedes visitar el Palacio de los López, el Panteón de los Héroes, caminar por la Costanera del río Paraguay o perderte entre los puestos del Mercado 4.
Encarnación es conocida por su moderno malecón y sus playas a orillas del río Paraná, ideales en verano. Pero el gran atractivo de esta región son las Misiones Jesuíticas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las ruinas de Trinidad y Jesús de Tavarangüe cuentan la historia de los pueblos guaraníes y los jesuitas en el siglo XVII.
Ubicado cerca de Asunción, este cerro de Ñemby es un excelente mirador natural y un buen lugar para senderismo ligero. A pocos kilómetros está el Lago Ypacaraí, famoso por la canción “Recuerdos de Ypacaraí” y rodeado de pueblos encantadores como San Bernardino, perfecto para relajarse, pasear en bote o disfrutar de la gastronomía local.
Villarrica es una ciudad tranquila con fuerte influencia cultural. Desde aquí puedes comenzar la Ruta de la Yerba Mate, explorando plantaciones y fábricas donde se produce la tradicional bebida paraguaya. Además, puedes visitar museos, iglesias históricas y mercados artesanales.
Muy cerca de Ciudad del Este, los Saltos del Monday son una impresionante caída de agua de más de 40 metros de altura, rodeada de vegetación exuberante. Es una excelente alternativa o complemento a las Cataratas del Iguazú. Hay senderos, miradores y plataformas para disfrutar el paisaje desde distintos ángulos.
Para los más aventureros, el Chaco es un mundo aparte. Árido, salvaje y vasto, el Chaco paraguayo alberga comunidades menonitas como la de Filadelfia, donde se pueden conocer sus costumbres, museos y gastronomía típica. También es un excelente punto de partida para explorar áreas naturales protegidas como el Parque Nacional Defensores del Chaco, hogar de pumas, jaguares y guanacos.