Cabo de Roca, donde acaba la tierra y el mar comienza

Escrito por: Xavi    10 noviembre 2015     1 minuto

«Onde a terra se acaba e o mar começa». Así es como definió Luis de Camoes, el mayor poeta portugués de todos los tiempos, al Cabo de Roca, el lugar que vamos a conocer hoy. Un accidente geográfico muy turístico y muy visitado, por su cercanía a la capital y por algo más.

Si miramos la Penísula Ibérica y vemos en ella un rostro, la nariz sería parte de Portugal y la puntita de la misma sería el Cabo de Roca. Situado a unos 40 kilómetros de Lisboa, hablamos nada más y nada menos que del punto más a occidente del país, de la Península Ibérica y de la gran masa de tierra que conforman los continentes de Europa y de Asia.

Ya sólo por el mero hecho de decir que uno ha estado lo más a occidente que le era posible sin tener que cruzar el mar merece la pena el hacer la excursión desde Lisboa. Hacerse una foto junto al monumento que indica las coordenadas y lo que hace especial a este accidente geográfico es obligatorio. También se puede adquirir, en la tienda de regalos, una especie de diploma que acredita que estuviste ahí.

Pero hay más. La zona principal de este Cabo de Roca, donde se encuentra el monumento o el Faro, que es del siglo XVIII, está sobre un acantilado con una caída hacia el mar de más de cien metros de altura. Así pues, estamos ante un mirador natural imponente, en el que vista, oído (por el batir de las olas) y tacto (por el viento sobre el rostro) entran en acción.

Foto | Flickr – Luca Boldrini


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