Neuchâtel, una ciudad con mucho encanto

Escrito por: mvargas    28 diciembre 2015     2 minutos

Situada en el cantón que lleva su mismo nombre, al oeste de Suiza, la ciudad de Neuchâtel es un destino turístico muy interesante y cargado de sorpresas, y es que a pesar de que suele pasar desapercibida y casi siempre está por detrás de otras ciudades como Zürich, la ciudad más destacada del país, La ciudad vieja de Berna o Ginebra, diplomática y tranquila, lo cierto es que merece acercarse hasta ella para ver y conocer todo lo que nos puede ofrecer.

Neuchâtel, cuyo nombre viene a significar literalmente «castillo nuevo», cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural y con un sinfín de atracciones, restaurantes y tiendas para visitar. En primer lugar, podríamos optar por dar un paseo en su pequeño tren turístico para así no perdernos nada de la magia de sus calles antiguas, de su excelente castillo y de su afamada iglesia colegial.

Dicho castillo fue construido en el siglo X y fue un regalo que el rey de Burgundy, Rudolph III, le hizo a su esposa en el año 1011. Por él pasaron los Habsburgo, los Burgundy y los franceses hasta que finalmente llegó a manos del rey de Prusia en el año 1707. A día de hoy es la sede del poder ejecutivo del cantón, de la administración y de la justicia. Por otro lado, la iglesia colegial fue fundada en el siglo XIII y es otro de los monumentos arquitectónicos más destacables de la ciudad. En ella se puede ver un famoso cenotafio, un sepulcro conmemorativo y varias estatuas del conde Luis rodeado de sus tres mujeres.

En Neuchâtel merece la pena coger un barco y disfrutar de su lago, subir hasta su montaña Chaumont para unas impresionantes vistas panorámicas, y visitar sus tres principales fuentes: la fuente de Grifo, la fuente de León y la fuente Banneret, verdaderos ejemplos de escultura medieval.

Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-Patrick Nouhailler


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