El Castillo Klessheim, un casino con un histórico pasado

Escrito por: slopez    14 agosto 2013     2 minutos

Numerosos edificios de Austria, pertenecientes en el pasado a la aristocracia, se han convertido, posteriormente, en otros tipo de lugares de ocio como museos, teatros, e, incluso, casinos. Este es el caso del castillo que vamos a visitar hoy: el Castillo de Klessheim.

Situado a unos dos kilómetros de la ciudad de Salzburgo, este palacio de estilo barroco era una antigua residencia de verano de los Arzobispos de la ciudad, adquirido por el príncipe-arzobispo von Thun a finales del siglo XVII. A principios del siglo XVIII, fue terminado, dándole el aspecto que posee hoy día.

Dentro de toda la construcción del palacio, que duró casi veinte años, cabe destacar los últimos añadidos como fueron una sala de ceremonias con una amplia terraza, una rampa creada para tener un acceso más directo a los jardines y un parque natural inglés, mandado realizar por el cuarto arzobispo tras von Thun.

Ya en el siglo XIX, la secularización de los Salzburgo dio lugar a que el palacio pasara a manos de la Casa de Lorena, convirtiéndose en residencia habitual del Archiduque Luis Víctor de Austria, hermano menor del Emperador Francisco José I. Finalmente, sus herederos vendieron el palacio, ya en la segunda década del siglo XX, al estado austriaco.

Pero no sólo un pasado aristocrático adorna este Castillo Klessheim. En el año 1938, Adolf Hitler utilizó el castillo para conferencias y alojamiento de huéspedes oficiales como Mussolini o Ion Antonescu. Durante la guerra, no sufrió el envite de los bombardeos aliados, siendo requisado por la Administración Militar Estadounidense en 1945.

Tras la guerra, el palacio fue restaurado y en la etapa de la Guerra Fría, fue utilizado para conferencias y visitantes internacionales de la talla de Richard Nixon (Presidente de Estados Unidos de 1969 a 1974) o Bruno Kreisky (Canciller austriaco desde 1970 a 1983)

A partir del año 1993, el Castillo Klessheim paso a ser un elegante casino, abierto al público de 12 de la tarde a 3 de la mañana, incluyendo en él un restaurante. Con una fuente en su entrada con la figura del dios griego Tritón, su vestíbulo y la escalera de entrada aún mantienen ese aire barroco de sus comienzos.

Sin duda que una mezcla de ocio y cultura está representado en el Castillo Klessheim. Una historia pasada con muchos detalles que no pasan desapercibidos, hasta llegar a convertirse en un lugar de esparcimiento para el público a través del juego. Seguro que les apetecerá comprobar como se ve este contraste.

Vía | wikipedia
Foto | flickr-Susanna Gappmayer