Székesfehérvár, ciudad de monarcas medievales

Székesfehérvár, ciudad de monarcas medievales

Escrito por: slopez    8 agosto 2013     3 minutos

A unos sesenta y cinco kilómetros al suroeste de Budapest, encontramos una ciudad que, a su vez, es condado urbano. Novena ciudad más poblada del país y capital del condado de Féjer, su traducción al castellano es Castillo Blanco de la Sede. Hablamos de la ciudad de Székesfehérvár.

Székesfehérvár nos traslada, en sus comienzos, a la Edad Media como residencia de la realeza. Durante varios siglos, esta tierra vio coronar, residir y morir a reyes, reinas y otros personajes reales de la Hungría de la época. Ya en el siglo XX, fue testigo de una de las últimas contraofensivas alemanas antes de terminar la guerra.

Uno de los lugares más memorables y antiguos a la vez es la Basílica de Székesfehérvár. Casi a mediados del siglo XI, el rey San Esteban I de Hungría la mandó construir a finales del año 1010, siendo una de las edificaciones más impresionantes del momento. Hasta 37 reyes y 39 reinas se coronaron y 15 soberanos fueron sepultados.

Además de estos actos reales, la Basílica sirvió para acoger las joyas más importantes de la corona húngara como el trono, algunos tesoros y la Corona de San Esteban, que sería utilizada junto el cetro, el orbe y el manto para la coronación de todos los reyes desde el siglo XII. En la actualidad, se pueden visitar los restos de la ruina de la Basílica al lado de la nueva catedral.

Al sur de la Plaza del Ayuntamiento, encontramos el edificio religioso de la Catedral de San Esteban, que fue construida poco después de mediados del siglo XVIII, caracterizándose por sus monumentales torres. Junto a ella, encontramos la Capilla de Santa Ana, de estilo gótico de finales del siglo XV, es la única construcción medieval de la ciudad, en la que destacan sus magníficos frescos turcos del siglo XVI.

Para los que deseen conocer otros rincones más culturales, el elenco de museos no es nada despreciable. Museos como el de las muñecas, el museo Fekete Sas de Farmacia (una representación de botica del siglo XVIII) o el Museo István Király, con una excelente colección de esculturas romanas y una planta dedicada a la arqueología de la región.

Otros lugares interesantes que podemos contemplar en un recorrido por la ciudad son el Edificio del Reloj, destacando por el autómata que hay en su fachada, el teatro Vörösmarty (el más antiguo de toda Hungría) o el famoso Castillo Bory, construido en el siglo XX, mezclando estilo gótico y románico, por el arquitecto Jenö Bory en honor a su esposa.

Un pueblo cuyo nombre es desconocido y muy difícil de pronunciar, sin duda. Pero cuando recorramos sus calles y conozcamos su historia y su cultura, nos parecerá un sitio encantador que esconde algo más de esa belleza que recoge Hungría.

Vía | wikipedia
Foto | flickr-DukeOfUddebo