Cuberdon, producto regional belga

Lo que más me suele llamar la atención de la gastronomía propia de un país suelen ser los dulces, las recetas más típicas y tradicionales de la repostería. Y en este apartado, uno de los productos más destacados de Bégica son los llamados Cuberdon.

A los Cuberdon también se les conoce como narices («neuzeke» en neerlandés) o como sombreros de sacerdote («chapeau de curé» en francés), por la forma puntiaguda que tienen, la cual puedes ver en la imagen. En la imagen también puedes ver que esta especie de bombón, pues entre otros ingredientes se fabrica con chocolate, están rellenos de almíbar, y también puedes ver que presentan un color tirando a violeta bastante característico, y es que están aromatizados con frambuesa.

Como ves, ya te he hecho la presentación completa. Ya te he dicho qué ingredientes llevan y ya más o menos te puedes imaginar a qué saben. Lo que no te puedo contar es la receta, porque los fabricantes la guardan como si de un tesoro se tratase. La receta es casi tan desconocida como el origen histórico del producto. Hay bastante controversia sobre cuándo comenzaron a elaborarse y el porqué de su forma cónica.

La gran pega de estos Cuberdon es que, al ser rellenos, duran muy poco pues el almíbar se pone malo al cabo de varias semanas. Es por eso que no es un producto que podáis encontrar normalmente en un supermercado, ni siquiera a veces en una pastelería cualquiera. Así pues, la mejor forma de encontrarlos son en ferias y mercadillos, pero por suerte, Bélgica es un país en el que abundan este tipo de eventos.

Por cierto, una última curiosidad. Os he dicho que están aromatizados con frambuesa, pero últimamente se aromatizan con otras muchas frutas, lo que hace que no sólo los encontréis de distinto sabor, sino que también cambia el color.

Foto | Wikimedia Commons – Willtron

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