Una escapada veraniega por Split
Split, la vibrante ciudad costera de Croacia, es famosa por su impresionante Palacio de Diocleciano, su paseo marítimo Riva y sus playas mediterráneas. Pero más allá de sus atracciones principales, esta ciudad dálmata guarda una serie de experiencias alternativas que permiten conocer su verdadero carácter, alejado del bullicio turístico. Si estás planeando unas vacaciones en Split y quieres ir más allá de lo obvio, aquí te proponemos alternativas auténticas y menos tradicionales para disfrutar al máximo esta joya del Adriático.
A los pies del cerro Marjan se encuentra Veli Varoš, uno de los barrios más antiguos de Split. Sus calles empedradas, casas de piedra, escaleras estrechas y pequeñas iglesias crean un ambiente encantador, casi detenido en el tiempo. Aquí, lejos de las multitudes, puedes descubrir la auténtica vida dálmata, encontrar tabernas locales (konobas) donde sirven comida casera y perderte entre rincones fotogénicos que no aparecen en las guías.
El Parque Forestal Marjan, conocido como el “pulmón verde” de Split, es una excelente opción para escapar del calor y el ajetreo del centro. Tiene senderos para caminar, andar en bici y miradores con vistas panorámicas del mar, las islas y la ciudad. También encontrarás pequeñas ermitas, antiguas canteras y playas escondidas como Bene o Kašjuni. Es un lugar ideal para combinar naturaleza, historia y relax.
La región dálmata tiene una tradición vinícola milenaria, y Split ofrece varias alternativas para degustar vinos locales fuera del circuito turístico. Podés visitar Peškarija Wine Bar, Zinfandel Food & Wine o reservar una experiencia en bodegas cercanas como Putalj Winery, en Kaštela.
El mercado de Pazar, junto al Palacio de Diocleciano, es perfecto para empaparse del día a día de los locales. Aquí se venden frutas frescas, embutidos, quesos, dulces y especias. Es una excelente alternativa para probar productos típicos, conversar con los vendedores y comprar souvenirs gastronómicos. No muy lejos, también está el mercado de pescado (Peškarija), ideal para ver cómo se seleccionan los productos del mar que luego terminan en los platos dálmatas.
Si quieres comprender mejor la historia y evolución de Split, este museo ubicado en el Palacio Papalić (una joya de arquitectura gótica) es una excelente alternativa cultural. Exhibe mapas antiguos, esculturas, muebles y objetos de la vida cotidiana a lo largo de los siglos.
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