
Ouarzazate o «La puerta del desierto»
Ouarzazate le debe su nombre a una frase bereber que significa "sin ruido" o "sin confusión". En el pasado era el lugar de paso de comerciantes africanos que querían alcanzar ciudades norteñas de Marruecos y de Europa. En su periodo francés la ciudad fue creciendo y se convirtió en un centro administrativo.