Cinco manjares de la gastronomía asturiana

Cinco manjares de la gastronomía asturiana

Escrito por: Xavi    30 septiembre 2016    3 minutos

La gastronomía es sin duda uno de los motivos que animan a visitar Asturias. Por eso, toca ya hablar de algunos de los manjares más destacados y propios no ya de la cocina de esta región, pues algunos de ellos forman parte intrínseca de su cultura y el folklore.

Nos quedamos con cinco manjares de la gastronomía asturiana. Y perdonen los que se ofendan si les falta algo en esta lista, pero hemos optado por lo más tópico y típico, que no quiere decir que no sea bueno.

Queso de Cabrales

Asturias es tierra de quesos, aunque probablemente el más famoso sea el de Cabrales. Elaborado solamente dentro del concejo del mismo nombre, fue el primero de todos los quesos asturianos en obtener su propia denominación de origen, allá por los ochenta. En su elaboración se utilizan tres tipos de leche (vaca, cabra y oveja) y es característico por su color azul, por su fuerte olor y con un sabor potente.

Sidra

La sidra es la bebida por antonomasia de la región asturiana y hay documentos históricos que fechan su elaboración ya en el siglo VIII. En la actualidad, no hay nada tan típico (dentro de lo que puede hacer un turista en Asturias) que adentrarse en una sidrería o en un llagar y escanciar unos cuantos culines de esta bebida de sabor ácido, que se elabora con manzana y, habitualmente, siguiendo un método tradicional.

Fabada

La fabada es tan asturiana que a todos nos sale ponerle el apellido, aunque ya sea un plato muy extendido dentro de la gastronomía española y se coma en todas partes. Para prepararlo, se necesitan básicamente dos cosas en la cocina: por un lado, las fabes (o sea, las alubias blancas) y por el otro el compango, que no es más que el compendio de carnes que se le añaden, tales como chorizo, morcilla, tocino o lacón, ya al gusto del consumidor.

Cachopo

Un cachopo no es más que un filete empanado, o mejor dicho, dos filetes de sabrosa ternera, separados por lonchas de jamón y queso, y con patatas fritas a su alrededor. Se trata de un plato con un par de siglos de antigüedad pero que se ha popularizado enormemente en los últimos tiempos, y hay quien gusta de recorrer Asturias con el reto de encontrar un cachopo de un tamaño lo suficientemente grande como para ser derrotado.

Frixuelos

De entre la repostería asturiana, nos vamos a quedar con los frixuelos (o fayuelos, según la región), que se suelen preparar para las fechas de Carnaval. Son unas tortas muy similares a los famosos crepes franceses, aunque se suelen come bien calentitos y sin acompañamiento, solamente enrollados y espolvoreados con azúcar. En caso de preferir acompañamiento, usar algo de la tierra como la nata o la compota de manzana.

Foto | Flickr – Flavio Lorenzo Sánchez

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