San Zadornil, una urbe formada por árboles que nos espera en Burgos

San Zadornil, una urbe formada por árboles que nos espera en Burgos

Escrito por: Victor Alós    7 febrero 2019     2 minutos

En la provincia de Burgos se abre este bosque, que está organizado de manera similar a como está diseñada una ciudad, con barrios formados por árboles

Hay lugares que parecen sacados de otro mundo, y en el caso de San Zadornil, ese otro mundo tiene un color verde que nos transporta a la naturaleza. El que se conoce como el Bosque de los Bosques y también como el Nueva York de los Bosques cuenta con una estructura que recuerda a una gran urbe y que cuenta con muchas especies de árboles, organizados como si se tratara de barrios o manzanas de edificios en una ciudad que sorprende al visitante y le ofrece una experiencia única.

Las hayas, los boj, las encinas y secuoyas están organizados como si se hubieran plantado de manera predeterminada y los visitantes, cuando pasean a pie, a caballo o con bicicletas, pueden disfrutar de un espectáculo natural realmente espectacular. Además de estas especies también se encuentran castañares, madroños, encinares y pinares, que conviven con estas otras especies vegetales y que enriquecen la oferta de naturaleza pura que recibe a quien quiere pasar un rato agradable paseando por estas calles y avenidas naturales.

San Zadornil, la metropli verde

«Barrios» de árboles para disfrutar del Nueva York de los Bosques

Para organizar mejor la visita, se ha denominado como «Barrios» a las distintas zonas de árboles que forman este bosque. Así, en el «Barrio de las Hayas» el fértil suelo arcilloso propicia el crecimiento de este tipo de árboles, mientras que en el «Barrio de las Encinas» el suelo, más pobre, acoge a esta especie, aunque también se pueden encontrar enebros, arces de Montpellier y parte de hayedo que se escapa del barrio alto del bosque.

San Zadornil, la metropli verde

Los pinos se concentran en el «Barrio de los Pinaster» gracias a un suelo arenoso y seco, mientras que el último gran «Barrio» de San Zadornil, el de los castaños, acoge a estos centenarios árboles que crecen bien en la zona. Este bosque cuenta con una abundante señalización para que los visitantes puedan moverse con libertad por sus calles y avenidas, sea cual sea el método de paseo elegido.

Entre las distintas zonas de bosque se abren distintos lugares que invitan a detenerse a descubrir el paisaje. Es una excursión interesante, como el que muestra a las secuoyas que se plantaron en la década de los años 60 y que se adaptaron de forma perfecta al suelo y el clima burgalés.