Belcastel, un pueblo del Sur de Francia para descubrir

Belcastel, un pueblo del Sur de Francia para descubrir

Escrito por: Victor Alós    17 septiembre 2021     3 minutos

En el Sur de Francia podemos encontrar este pequeño pueblo, uno de los más bonitos de Francia, que tiene rincones muy curiosos para descubrir en el viaje.

El Sur de Francia está repleto de pequeños pueblos que hay que conocer para descubrir parajes ocultos y vivir experiencias diferentes. Belcastel es una de esas poblaciones que no se suelen tener en cuenta pero que se convierten en lugares muy especiales que siempre acaban sorprendiendo al viajero. El pueblo se encuentra en la región del Aveyron y está presidido por un impresionante castillo.

Belcastel estuvo a punto de desaparecer a causa de la despoblación, aunque a finales de los años 70 el arquitecto Fernand Pouillon descubrió el castillo en ruinas y decidió comprarlo. Tras la compra, comenzó a restaurarlo para devolverle su esplendor original. Los pocos vecinos del pueblo, al ver cómo lucía este edificio, decidieron recuperar también sus casas.

Belcastel Castillo Turismo

En la actualidad, en Belcastel viven alrededor de 50 personas, aunque en épocas vacacionales su población aumenta considerablemente porque hay muchas familias que lo eligen para disfrutar de sus días de descanso. Es importante señalar que esta población pertenece a la Asociación de Pueblos más Bonitos de Francia, equivalente a la que también existe en España.

Los tres tesoros de Belcastel

En Belcastel, además de la tranquilidad que se espera encontrar en este tipo de poblaciones, se encuentran tres importantes tesoros. El primero de ellos es el castillo. Tiene una antigüedad de algo más de de 1 000 años y se levantó cuando un grupo de habitantes se estableció en torno a una ermita. De ese lugar de culto nació la fortificación, que fue creciendo a lo lo largo de los siglos.

Quedó abandonado a finales del siglo XVI y en 1700 fue esquilmado, ya que su propietario vendió parte de las piedras que conformaban las paredes del edificio. Las ruinas se mantuvieron hasta que fue restaurado en la década de 1970 y puesto en valor de nuevo. El castillo se puede visitar en la actualidad, ya que el interior ha sido reformado también y amueblado para que represente su espectacular pasado.

El segundo punto de interés es el puente medieval de cinco arcos. Fue construido por la familia Saunhac en el siglo XV y se mantiene en pie con su forma original. El puente permite pasar de una orilla a otra de río Aveyron y en su orilla se han instalado juegos infantiles y zonas de picnic para disfrutar de una comida o merienda al aire libre. Un buen plan para disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece esta zona.

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Junto al puente se levanta la iglesia de Santa Magdalena, construida a las órdenes de la misma familia Saunhac. Eso sí, hay que saber que el interior de la iglesia es muy sencillo y que lo más espectacular está en el exterior. Forma parte de la panorámica del pueblo y ayuda a crear esa imagen tan atractiva de Belcastel.

Junto a la iglesia se encuentra el cementerio de la población, que acoge a personas que han vivido en el pueblo a lo largo de los siglos.

Este tipo de pueblos de montaña son ideales para recorrer sus calles y sentirse en calma. Casas construidas en piedra y con un estilo tradicional muy atractivo para el visitante. En Belcastel hay un aparcamiento junto al castillo que permite dejar allí el coche y callejear con tranquilidad. El precio del aparcamiento es de 3,5 euros al día, así que resulta un lugar muy económico para aparcar durante la visita.

Foto 1| CpaKmoi – Flickr CC


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