Villa d’Este, otro lugar para no perderse en Tivoli

Villa d’Este, otro lugar para no perderse en Tivoli

Escrito por: Xavi    26 enero 2015     1 minuto

En el siglo XVI, el cardenal Hipólito II, gobernador de Tivoli, encargó la reforma de la villa en la que vivía. La idea de este cardenal era hacerse una villa al estilo de la Villa Adriana, la residencia del emperador Adriano en sus momentos de retiro de la ajetreada vida de Roma.

Así es como nació la otra gran villa romana de esta ciudad de Tivoli, Villa d’Este. Catalogada como Patrimonio de la Humanidad, sus jardines y fuentes la convierten en un inevitable lugar de visita para aquellos que se acercan a esta localidad de Tívoli, en el noroeste de Roma.

La historia de Villa D’Este es una carrera continua por la supervivencia. Le tocó pasar por numerosos periodos de deterioro y de abandono, mientras la hacienda pasaba de mano en mano, a casa nobiliarias o reales que no pusieron ningún interés en su mantenimiento. Pero ahí, de reforma en reforma, sigue en pie, para nuestro disfrute.

La villa se compone de un palacete de varias estancias, en el que destacan los frescos pintados por Livio Agresti, siguiendo diseños de Pierro Ligorio, y de los jardines, cuyo estilo luego fueron imitados en otras villas de toda Europa. En ellos destacan las numerosas fuentes o conjuntos de fuentes.

La villa se puede visitar a diario desde las 8:30 horas hasta la puesta de sol, sólo cerrando los lunes y festivos especiales como el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre. El precio de una entrada para la visita completa es de 11 euros.

Más información | Villa d’Este Tivoli
Foto | Flickr – Andy Hay