Las mejores propuestas para conocer Perú
Cuando pensamos en Perú, lo primero que viene a la mente suele ser Machu Picchu, Cusco o las líneas de Nazca. Sin embargo, este país andino, lleno de contrastes geográficos, riqueza cultural y tradición viva, tiene mucho más que ofrecer. Para quienes buscan experiencias diferentes, auténticas y menos turísticas, Perú guarda sorpresas en cada rincón. Desde navegar por lagos ocultos hasta convivir con comunidades locales.
En el Valle Sagrado, cerca de Ollantaytambo, existe una experiencia única para los amantes de la aventura: el Skylodge Adventure Suites, un hotel colgante situado a más de 400 metros sobre el valle. Para llegar, debes escalar una vía ferrata o hacer una caminata con tirolesa. Las cápsulas transparentes ofrecen una vista espectacular del cielo estrellado y del amanecer andino.
En el altiplano de Pasco, se encuentra la Reserva Nacional de Huayllay, un bosque de piedra esculpido por la naturaleza durante miles de años. Sus formaciones rocosas tienen formas caprichosas que se asemejan a animales y figuras humanas. Es ideal para el trekking, la fotografía y la conexión con la naturaleza en un entorno poco frecuentado.
Antes o después de recorrer el Valle Sagrado, puedes escapar a Lares, un pueblo enclavado entre montañas, famoso por sus aguas termales naturales. Rodeadas de paisajes espectaculares, estas pozas termales son perfectas para relajarse tras una caminata o una ruta alternativa hacia Machu Picchu, como el Trek de Lares.
Aunque Perú no es famoso por sus playas, en la costa norte, especialmente en Tumbes, encontrarás aguas cálidas y cristalinas, ideales para desconectar. Zorritos, Punta Sal o Caleta Grau son rincones tranquilos, con buena comida marina, atardeceres de postal y sin las multitudes de destinos más turísticos como Máncora.
En la región nororiental del país, el departamento de Amazonas esconde maravillas naturales como la catarata de Gocta, una de las más altas del mundo (771 metros). Aparte de Gocta, puedes visitar otras como Yumbilla, Chinata o La Pitana, rodeadas de selva nublada y pueblos acogedores como Cocachimba o San Carlos.
Varias comunidades andinas ofrecen programas de turismo vivencial, donde puedes hospedarte en casas familiares, compartir comidas tradicionales, participar en actividades agrícolas y aprender sobre costumbres milenarias. En el lago Titicaca, por ejemplo, puedes vivir esta experiencia en Amantaní o Taquile, y en Cusco, en pueblos como Chinchero, Patacancha o Raqchi.
En el desierto de Arequipa se encuentra uno de los sitios arqueológicos menos conocidos del Perú: Toro Muerto, que alberga más de 3,000 petroglifos tallados en piedra volcánica. Representan figuras humanas, animales y patrones geométricos, con un origen que se remonta a hace más de 1,200 años. El paisaje árido y misterioso le da un aire único.