Mística y chamanismo: Pisaq

Escrito por: mscott    11 septiembre 2012     2 minutos

Pisaq es la primera parada del Valle Sagrado atravesado, igual que Urubamba, por el rio Wilcamayu. Sus tierras verdes son suelo para los mejores cultivos de maíz de todo Perú. Se llega a Pisaq fácilmente desde Cuzco por una ruta asfaltada.

Este pueblo de casitas de adobe y calles angostas se ha convertido en el epicentro del turismo místico y en lugar de residencia de extranjeros que practican el chamanismo. Estos conviven con algunos lugareños que le transmiten sus prácticas y conocimientos, y que también son propietarios de lugares de interés, como lo es el jardín botánico de la familia Marín, poblado de especies medicinales, orquídeas, cactus, flores andinas y árboles frutales.

Dentro del recorrido místico hay que animarse también al paseo por el cementerio. Aquí lo más curioso es ver como los pueblerinos se reúnen a tomar cervezas en compañía de sus difuntos entre cruces de piedras y hojalata.

Los domingos en Pisaq son importantes. Los campesinos, muy Temprano, bajan desde las terrazas de cultivo hasta la plaza con sus ropas de colores cargando en sus espaldas los frutos de la tierra para ofrecerlos en el mercado.

Este empieza a montarse con los primeros rayos de Inti (Sol) y concluye al atardecer después de un día de trueques entre vegetales frescos, tejidos coloridos, piedras y sus particulares cerámicas. A la hora de misa vemos marchar en procesión a distintos grupos de indígenas vestidos de fiesta.

Y si visitamos el mercado es imposible no reparar en el majestuoso Pisonay de mas de 300 años arraigado en el centro de la plaza, cubierto por musgos y líquenes, y convertido en objeto de culto por los habitantes, un hito importante que completa la magia silenciosa de este paraje en el Valle Sagrado.

Foto | Flicr – Lulu BR
Fuente | Revista Lugares


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