El Castillo de Lismore en el condado de Waterford

Escrito por: slopez    29 abril 2013     2 minutos

En la localidad de Lismore, en el Condado de Waterford, tenemos uno de los castillos más monumentales de toda Irlanda. Bañado por las aguas del río Blackwater, el castillo se aposenta sobre las tierras que, siglos atrás, habían sido ocupada por la destacada Abadía Lismore. Vamos a hacer un pequeño recorrido por la historia del Castillo de Lismore.

Fue a finales del siglo XII, cuando el hijo de Enrique II de Inglaterra, Juan de Inglaterra, decidió convertirlo en un centro eclesiástico que serviría de sede a los obispos de Irlanda. Como residencia del obispado irlandés, acabaría sus días a finales del siglo XVI, siendo reconstruido de nuevo a partir del XVII.

Sería ya, en el siglo XVIII, cuando el castillo, a través de diferentes reformas, adquiriría el aspecto que tiene en la actualidad, convirtiéndolo en uno de los castillos góticos más importantes de Irlanda a mediados del siglo XIX. La puertas principal y las murallas, así como la decoración interior, con estupendos tapices y trabajos de escayola para el techo, terminaron de darle el aspecto glorioso que mostró después.

En el exterior del castillo, tenemos que destacar sus magníficos y frondosos jardines. Jardines que se encuentran divididos en dos zonas que son Alto Jardín y Bajo Jardín. Además de la flora que reina a través de bellas camelias y magnolias, entre otras, también se pueden contemplar estatuas de personajes que tuvieron influencia en la Irlanda del XIX.

Los jardines, aunque abiertos al público, tienen sus horarios determinados en base a la época del año. Desde el 15 de abril hasta el 1 de octubre, el horario es de 13.45 de la tarde a 16.45 de la misma, ampliándose la hora de apertura a las 11 de la mañana durante los meses de junio, julio y agosto.

A día de hoy, el castillo en si está abierto al público, tanto a nivel de alojamiento como cultural. En el ala oeste se ha habilitado una zona como galería de arte para poder contemplar todas las obras que alberga el castillo. Por otro lado, se ha modernizado su interior para el alojamiento de huéspedes, creando un interesante contraste con la historia que representa.

Un lugar de gran belleza y lujo para una estancia agradable, donde, además, se pueden realizar eventos de cualquier tipo e, incluso, celebración de bodas. Hasta un total de 27 personas pueden pasar un tiempo en este legendario castillo. Una experiencia interesante para sentir como vivían los aristócratas de la época.

Vía | sobreirlanda
Foto | flickr-Ulleskelf