Escrito por: Victor Alós
8 enero 2021
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2 minutos

Los pueblos pequeños han tenido que reinventarse, muchas veces simplemente para poder sobrevivir. Algunos han optado por convertir sus paredes en lienzos para acoger una gran cantidad de obras de arte urbano. Si en Castellón encontramos Fanzara, pueblo pionero en este tipo de proyectos gracias al MIAU (Museo Inacabado de Arte Urbano), en la provincia de Burgos encontramos Villangómez, un pueblo con apenas 100 habitantes que también ofrece este tipo de arte en las fachadas.