Tres castillos impresionantes que ver en los alrededores de París

«París bien vale una misa», dijo alguien hace varios siglos. Esta frase se atribuye a Enrique de Borbón, aunque no se sabe si realmente la dijo en algún momento. Lo que sí es cierto es que alrededor de París podemos encontrar una gran cantidad de lugares que son tan interesantes como la propia capital de Francia. En este artículo vamos a proponerte tres visitas complementarias a París para que visita a la ciudad sea todavía más mágica.

Son tres palacios que están en los alrededores de París y que harán que la visita al centro neurálgico de Francia sea lo más agradable posible.

Palacio de Versalles

Es el palacio más conocido de Francia y desde luego, uno de los grandes espacios turísticos de Europa. El Palacio de Versalles está ubicado a unos 20 kilómetros de París y representa el lugar más conocido de Francia fuera de la capital.

Se trata de un gran complejo con el palacio y los extensos jardines, que pueden recorrerse disfrutando de la impresionante arquitectura que les dio forma. El Palacio de Versalles fue arrasado durante la Revolución Francesa, aunque se han mantenido alguna de las estancias. Lo más destacable es la Galería de los Espejos, que está cubierta por grandes espejos que dan una especial luminosidad al espacio.

Hay que tener en cuenta que en el siglo XVIII era muy difícil fabricar estos grandes espejos y su instalación fue el motivo del primer caso de espionaje industrial entre Francia y Venecia. A parte de esta espectacular galería se pueden admirar las estancias reales, con muebles de la época. Una gran excursión que se puede hacer en coche o en tren, ya que hay una línea de RER que lleva hasta Versalles desde la estación de Austerlitz.

Castillo de Chantilly

El Castillo de Chantilly se edificó durante el siglo XVI, aunque ha sido reformado en diversas ocasiones y en su estructura se puede encontrar una gran variedad de estilos arquitectónicos, desde el renacentista hasta el historicismo del siglo XIX.

Durante varios siglos fue propiedad de los Príncipes de Condé, y en el siglo XIX se convirtió en un lujoso museo que aún hoy conserva muchas obras de arte de la historia de Francia. Además, cuenta con una espectacular biblioteca que atesora incunables de varios siglos.

Se encuentra en la población de Chantilly, que nació alrededor del castillo y que ha ido creciendo a lo largo de los siglos. Una visita muy interesante que complementará la escapada a París, sobre todo si te gusta el arte y la historia.

Palacio de Malmaison

El Castillo de Malmaison es un palacio que quizá habría pasado sin demasiada importancia por la historia de Francia si no fuera porque lo compró Josefina, esposa de Napoleón Bonaporte. Como curiosidad, hay que señalar que Josefina se gastó en este castillo el dinero que esperaba que el emperador trajera de su campaña egipcia. Tras su regreso, Napoleón se encontró con este palacio reformado y listo para vivir.

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Ambos vivieron en él durante un tiempo y tras el divorcio, Josefina siguió utilizándolo. Se encuentra en el casco urbano de París y actualmente es la sede del Museo Nacional Napoleónico y acoge varias exposiciones y actividades culturales.

Estos tres castillos cerca de París son solo alguno de los lugares que pueden complementar una visita a París y que harán que disfrutes de la visita a la Ciudad de la Luz.

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