En países del sur de Europa, como España, es habitual encontrar pueblos blancos, ya que las casas se encalan para alejar el calor. Pero en Holanda, donde el calor no supone precisamente un problema, el que exista un pueblo blanco es algo inusual, insólito, y reseñable. Así que ahora os vamos a hacer una pequeña reseña de Thorn.
A orillas del río Regnitz, en el estado de Baviera, encontramos la ciudad de Bamberg. Designada, en su conjunto, por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1993, dentro de ella podemos encontrar lugares destacados como la Residencia Antigua y la Residencia Nueva, lugar de morada de obispos, el Ayuntamiento antiguo o la Catedral de Bamberg, de la cual vamos a hablar en este post.
En Ushuaia se encuentra uno de los trenes más particulares del mundo. Se trata del Tren del Fin del Mundo, que llega a la Estación del Fin del Mundo. Se puede arribar a la estación por medio de la RN 3, el lugar se encuentra a solo 8 kilómetros de la ciudad, en las proximidades del Valle del Río Pipo, entre el Monte Susana y la cadena montañosa llamada Le Martial.
Esta ciudad era conocida como San Andrés Chalchicomula, se encuentra ubicada dentro del estado mexicano de Puebla, para muchos es la más importante de todo el oriente de este estado.
Justo en el centro de la República Checa nos encontramos con la preciosa ciudad de Kutná Hora, la cual destaca, principalmente, por ser una ciudad que alberga multitud de lugares de interés. De hecho, hoy en nuestro blog, nos trasladamos hasta su edificio más representativo, una de las iglesias góticas más famosas de toda Europa central.
También denominada Lipsia, en español, Leipzig es la segunda ciudad más poblada del estado de Sajonia y la segunda de toda Alemania, tras Berlín. Ciudad milenaria, cultural y repleta de colorido, desde el año 1165 se convirtió en una de las ciudades más comerciales de Europa Central y, junto con Frankfurt, en el centro histórico de la imprenta.
La costumbre para despedir el año en España es la tomar doce uvas frescas, una por campanada durante los últimos segundos del día 31 de diciembre. Esta costumbre llega a España en el siglo XIX procedente de Francia, donde las clases más altas acompañaban el champán con uvas para celebrar el último día del año, y a principios del siglo XX se extiende a toda la sociedad y toma la forma que ahora ya todos conocemos y practicamos.
Actividades para disfrutar en Lisboa durante este verano 
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