Copenhague ofrece a los visitantes una gran diversidad de museos y uno de los que merece la pena es el Museo Nacional de Dinamarca, una visita más que recomendable. Está junto al canal de Frederiksholm en pleno centro de la ciudad, cerca de la Gliptoteca Ny Carlsberg y a 12 minutos de la catedral de Copenhague.
La ciudad de Copenhague sorprende a los visitantes con interesantes museos como el popular museo de la Resistencia, un lugar de gran importancia histórica que merece la pena conocer. Está ubicado en la calle Amaliegade, muy cerca de los famoso jardines de Langelinie y del palacio de Amalienborg, así como de la famosa Sirenita de la capital danesa.
En Copenhague encontramos un bonito castillo-palacio construido en 1606 en estilo renacentista holandés, Rosenborg. Se concibió como residencia de verano para el rey Christian IV, quien le dio su nombre actual, Rosenborg slot (castillo de las rosas) por el magnífico jardín que rodea el edificio. Aunque en sus orígenes estaba fuera de las murallas, con los años el barrio de Indre Byen se convirtió en el centro de la ciudad y uno de los lugares con mayor número de atractivos turísticos.
En un folleto turístico que leí en mi hotel de Copenhague se definía este espacio como "un pequeño lugar, una gran experiencia". El Central Hotel & Café podría pasar como uno de los hoteles más pequeños del mundo. Apenas cuenta con una sola habitación, y aunque no destaca por su excelencia en cuanto a servicios, su ubicación es realmente magnífica ya que lo encontramos en pleno corazón del centro histórico, en el barrio de Vesterbro.
Su nombre en español es el Parque de los Ciervos, aunque en las señales de Copenhague lo vais a ver como Dyrehaven, posiblemente uno de los parques más románticos de Dinamarca. Está situado al norte de Copenhague y cubre alrededor de once kilómetros cuadrados. Un pequeño bosque en el que se mezclan grandes árboles, robles antiguos, más de dos mil ciervos y gamos y el Bakken, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo.
No todos los restaurantes pueden presumir de haber sido elegidos como el mejor del mundo durante tres años consecutivos. El Noma de Copenhague, sí. Lo fue en el 2010, el 2011 y el 2012 gracias a la publicación Restaurant Magacine, y en la actualidad cuenta con dos estrellas Michelín. Precisamente en el 2010 le arrebató el primer puesto a El Bulli, quien había ganado el premio los cuatro años anteriores.
El 15 de agosto de 1843 Georg Castersen veía cumplido uno de sus sueños con la apertura de los Jardines de Tívoli. Tanto le llegó a insistir de su empeño al rey Cristian VIII de Dinamarca, que este tuvo que acceder a sus ruegos. Como el propio Georg le había predicho: "cuando el pueblo se divierte, no piensa en la política". Y así fue: desde sus orígenes Tívoli se convirtió en una de las grandes atracciones de Copenhague.
¿Sabíais que Copenhague es la capital del reino más antigua del mundo? Una ciudad que realmente no sé porqué no está considerada al mismo nivel turístico que otras urbes europeas como Londres, París o Roma. Lo tiene todo: un centro histórico medieval perfecto para recorrer a pie, edificios modernos y vanguardistas, hoteles, museos de todo tipo y un ambiente nocturno difícil de igualar. ¿Os venís unos días a conocerla?
En Elsinor, ciudad portuaria al noroeste de Selandia se encuentra uno de los monumentos más conocidos y visitados de Dinamarca, el castillo de Kronborg. Unas 200.000 personas visitan cada año este edificio que forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. En la actualidad se conserva en perfecto estado y es la sede del Museo Marítimo y de Comercio de Kronborg. ES conocido principalmente como el Castillo Elsinor por ser el escenario de Hamlet, la obra de William Shakespeare.
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